En un 8-M en el que se reivindican más mujeres en puestos de liderazgo se contraponen las historias de dos mujeres de diferentes generaciones a las que el tiempo que les ha tocado vivir ha marcado sus opciones laborales.
Si antes la única opción para una madre era ser ama de casa, ahora se pueden alcanzar puestos directivos. Pero siempre tras superar mil escollos. Solo se ha transitado un tramo en el recorrido hacia una igualdad real.