Dos vidas arrolladas en Cuatrovientos, ni un perdón en la Sala y los detectives del seguro para cuestionar lesiones

En dos días de juicio no se ha escuchado ni un perdón en la Sala. El autor del atropello de Cuatrovientos, IñaKI O.A., de 38 años, que aceptó el mes pasado cuatro años de prisión por destrozar, después de atropellarles con su coche, la vida de una pareja de treinteañeros que estaban próximos a casarse, ni siquiera se le ocurrió pronunciar una mínima palabra de arrepentimiento cuando aceptó su condena por conducción temeraria, lesiones por imprudencia grave y conducción sin permiso y bajo la influencia de drogas. Las víctimas no acudieron a aquella vista oral habida cuenta de lo que les cuesta desplazarse y de que ahora siguen con su rehabilitación en Sevilla, donde viven con sus respectivas madres. Tampoco parecía que el acusado fuera a dirigir a ellos ni una mínima mención de disculpa o lamento aunque hubieran estado presentes, pues no lo ha hecho en todo el procedimiento que lleva más de dos años y medio.

En la mañana de este martes, en el turno del juicio civil por la responsabilidad económica del suceso, ha comparecido la madre del procesado, que era la titular del vehículo Seat Ibiza que conducía su hijo en el momento del atropello. La madre vino a manifestar que el encausado siempre le pedía autorización para usar su coche, pero que desde 2016 no se acuerda si dejaba que lo condujera o no. Explicó que la operaron de la columna y que todo le daba muchas vueltas en la cabeza y que no recordaba bien lo que ocurrió en aquellas fechas, "es como si estuviera en Hollywood, no se lo qué pasaba", llegó a declarar. La manifestación, pese a lo irrelevante, sonó más que chirriante habida cuenta de que allí dentro tampoco se escuchó por parte de la mujer ningún tipo de arrepentimiento acerca de lo ocurrido.

Conviene tener en cuenta que este martes en el juicio sí iban a comparecer las madres de las víctimas del atropello y que ellos mismos estaban también presentes en el pasillo y apenas articulan palabras. Durante la testifical de las madres de las víctimas, solo el magistrado que preside el juicio, el juez Emilio Labella, del juzgado de lo Penal 4, se dirigió a los dos heridos y sus familiares para manifestarles que "lamentaba mucho lo ocurrido, al igual que todos los intervinientes, independientemente de lo que aquí se diga que formará parte del ejercicio del derecho de defensa".