En menos de un mes las mareas vivas, el oleaje y las precipitaciones han provocado tres socavones en la carretera de la costa, en la N-634, entre Zarautz y Zumaia. Por ello, la Diputación Foral de Gipuzkoa se muestra preocupada por el mantenimiento de vías guipuzcoanas que, como esta, se ven expuestas a los embates de la mar y a los temporales. La solución, en palabras de la portavoz foral Irune Berasaluze, pasa por el mantenimiento y la prevención para lograr "carreteras resilientes al cambio climático".
El primero de los socavones apareció el pasado 11 de febrero entre Zarautz y Getaria. De hecho, este tramo permanecerá cortado, tanto para vehículos como para peatones, durante varias semanas debido a los trabajos de reparación que se están realizando en el muro de costa. El tráfico entre ambas localidades se está desviando, actualmente, por Meagas. Y la Diputación ha abierto un canal de Telegram, N-634 KOSTA, para informar a los vecinos y vecinas de la situación de la carretera.
El segundo socavón se registró entre Deba y Mutriku, a finales de febrero. El hueco aparecido en el muro de contención, de unos 10 metros de ancho y varios metros de profundidad, ha obligado a cerrar uno de los carriles y establecer un 'bypass' para dar paso alternativo a la circulación. En este caso los trabajos de reparación están ya adjudicados y comenzarán a ejecutarse en los próximos días.
A esto hay que sumar un tercer socavón, de 12 m, aparecido en la madrugada del lunes al martes en Getaria que ha obligado también a establecer un 'bypass' por un único carril, por el que se da paso alternativo a la circulación de ambos sentidos, regulada por semáforos.
Nuevas tecnologías y drones
"Están siendo incidencias provocadas por la meteorología adversa" explica la portavoz foral Irune Berasaluze quien añade que se están repitiendo, sobre todo, en los dos últimos años: "aunque este tramo de costa siempre ha sido muy complicado, sí que es verdad que en estos últimos tiempos, se están produciendo de una manera más violenta y más continuada".
Por eso, asegura Berasaluze que "la Diputación, desde el año 2016, tiene un plan de recalce y revestimiento porque ya se veía que este tipo de situaciones se podían producir". Anuncia, además, que "se va a aumentar la atención y la vigilancia sobre estas zonas utilizando también nuevas tecnologías, incluidos drones, para ver a qué nos estamos exponiendo".
Así, la portavoz foral detalla que "en los próximos meses, cuando el tiempo sea más estable, se comenzará con algunas actuaciones especiales en este sentido. Actuaciones para hacer que las carreteras sean resilientes al cambio climático y a los temporales, porque todo esto parece ser que es lo que está provocando este tipo de situaciones". Por lo tanto, concluye Berasaluze, "vigilancia constante para, en la medida de lo posible, podernos anticipar a estas situaciones y, si no, actuar con inmediatez".