La influencia de la NBA, la mejora física de los deportistas y la tendencia a lanzar cada vez más desde el perímetro están provocando que la figura del pívot tradicional sea una especie en peligro de extinción y los equipos cada vez tiendan más a utilizar quintetos pequeños, más rápidos y dinámicos en ataque y que tengan la posibilidad de realizar cambios defensivos atrás, con pívots ágiles capaces de medirse con garantías a jugadores de menor estatura. Sirva como ejemplo el propio Baskonia de Dusko Ivanovic, que el año pasado ya acostumbró a jugar con un ala-pívot como Polonara en el puesto de cinco y que este curso ha contratado a interiores con ese perfil ágil como Enoch y Nnoko. Ese no ha sido el caso del Alba Berlín, rival esta tarde del conjunto azulgrana, que mantiene en nómina a pívots como el gigante de 2,23 metros Koumandje. Sin embargo, condicionado por las numerosas bajas en su juego interior, se ha visto obligado a llevar la idea del small ball al extremo y jugar sin pívots. Algo que, tras superar al Fenerbahce por 84-70 el pasado martes, no se puede decir que le haya ido mal.
El Baskonia, que estrenó hace dos días su casillero de la Euroliga con una victoria de infarto contra el Panathinaikos, se encontrará hoy a partir de las 20.00 horas en el Mercedes-Benz Arena con este peculiar escenario, del que podría sacar provecho para mantener las recientes buenas sensaciones y sumar su segundo triunfo, pero que encerrará la dificultad de saber manejar a un rival cuya mejor arma hoy será su imprevisibilidad. El conjunto entrenado por Israel González llega al compromiso con todos sus pívots tocados –Koumadje y Lammers no se vestirán de corto, mientras que Nikic es una incógnita tras haber entrado en la convocatoria y no participar contra el Fenerbahce–, además de los ala-pívots Thiemann y Tilly, que pueden ejercer como cinco y tampoco están disponibles.
A ello hay que sumarle la baja del escolta Marcus Eriksson, una de las piezas más importantes del equipo, por lo que en total son seis los jugadores lesionados con los que cuenta el cuadro alemán. En esta situación, Israel González se ha visto obligado a jugar con ala-pívots como Sikma (2,02 metros) y los jóvenes Da Silva (2,06 metros), y Schneider (2,08 metros) en el puesto de pívot, acumulando entre los dos primeros 65 minutos sobre el parqué contra el Fenerbahce. No lo hicieron nada mal para no ser su posición habitual, ya que a base de penetraciones y contínuos movimientos sumaron 35 puntos, 14 rebotes y 46 de valoración entre los dos. Eso sí, el cansancio podría pasarles factura hoy.
moral alta
Por la amplia lista de bajas del rival, el compromiso se presenta sobre el papel como una buena oportunidad para que el Baskonia sume su segunda victoria en Euroliga, aunque un equipazo como el Fenerbahce ya mordió el polvo hace dos días en el Mercedes-Benz Arena. Los azulgranas llegan con los ánimos encendidos tras quitarse un gran peso de encima en la pasada jornada y con las conocidas ausencias de Alec Peters, apartado por problemas en su rodilla, y Sander Raieste, que se está recuperando de una operación a la que se sometió en verano.
Aprovechar la fuerza de Nnoko nutriéndolo con buenas situaciones en el poste para castigar la menor altura y músculo de Da Silva y Sikma podría ser una buena alternativa para el conjunto gasteiztarra, que ya jugó una baza similar contra el Manresa. En cualquier caso, no deberá desatender otras facetas de juego como la defensa del perímetro, donde tendrá que lidiar con el talentoso Maodo Lo y el portentoso Jaleen Smith. Lo que no deberá hacer en ningún caso es confiarse por las ausencias o la menor entidad del rival, ya que la pasada campaña el conjunto gasteiztarra perdió sus dos partidos contra el Alba Berlín (95-91 y 77-84) y eso supuso un duro contratiempo para sus opciones de entrar en el play off. Las victorias se van a vender caras en esta Euroliga, y la de hoy es una buena oportunidad para escalar puestos en la tabla.