Quedan pocos semanas para conmemorar el 85 aniversario del bombardeo de Durango. El año pasado, de la mano de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, se realizó una prospección en el cementerio durangarra y aunque no se encontraron restos, según algunos documentos, 84 personas fueron enterradas en fosas comunes. Por ese motivo el Ayuntamiento local creará un espacio en memoria de los hombres y mujeres que fueron asesinados en el 1937. Para ese cometido, responsables municipales han encargado al artista vizcaino, Jesús Jauregui, que pueda dar forma a una placa que se instalará en el cementerio y que se descubrirá a finales del próximo mes.
DOS INVESTIGACIONES
Con esta iniciativa se quiere recordar a los cientos de muertos que fueron enterrados y que no fueron identificados. Todo ello pesar de las investigaciones puestas en marcha en 2021 cuando asociaciones como Gerediaga y Durango 1936, iniciaron una primera fase para localizar a las personas asesinadas hace 85 años en la localidad. El trabajo se realizó con un doble objetivo, por un lado identificar a las personas que fueron enterradas y en segundo lugar localizar a sus familiares.
A pesar de que la investigación está abierta, hasta el momento se han identificado 52 personas, pero en el resto de los casos no ha sido posible ponerles nombre. En muchos casos se han partido de referencias muy vagas como No se puede identificar, un miliciano de Otxandiano o placa identificativa nº XX, mientras que en otros casos solo se menciona el sexo o la edad aproximada de la víctima.
Tras buscar los nombres de las personas identificadas y de otras informaciones, el siguiente paso fue iniciar la búsqueda de sus descendientes. Según adelantaron ayer miércoles fuentes municipales, este trabajo no ha sido sencillo teniendo en cuenta que 26 de las 52 personas identificadas no eran de Durangaldea.
En la presentación de la investigación los responsables del trabajo mencionaron que algunas de estas familias de la zona desconocían el dato del cementerio de Durango, ya que siempre han pensado que los restos habían quedado en Aramaio u Otxandio, entre otros.
“Hasta el desarrollo de esta investigación y la elaboración de este espacio conmemorativo, las familias no han tenido dónde recordar o homenajear a sus seres queridos. A través de las fotografías de la época sabemos que los restos mortales estuvieron en el cementerio, así que habilitaremos un nuevo espacio para la memoria y saldaremos una deuda que teníamos con los familiares. A partir de marzo esas familias dispondrán de un espacio para homenajear a sus antepasados después de 85 años de existencia”, explicaron ayer en rueda de prensa los responsables municipales.