La reelegida secretaria general de Eusko Alkartasuna, Eba Blanco, ha dado este domingo casi por imposible solucionar el conflicto con el sector crítico, pese a que éstos han vuelto a apelar hoy al diálogo.
El congreso extraordinario de EA, en el que no han participado los críticos, ha elegido hoy en Bilbao a la nueva ejecutiva que encabezada Eba Blanco con un 92,3 por ciento de los votos, mientras los críticos han celebrado una asamblea en Gasteiz en la que han estado presentes el fundador del partido y exlehendakari, Carlos Garaikoetxea, y los dirigentes expulsados de la formación, entre ellos Maiorga Ramírez.
Eusko Alkartasuna está sumida en una grave crisis interna desde 2017, una división política que tuvo su origen en el papel y el peso del partido dentro de EH Bildu, coalición que los dos sectores apoyan, y que ha derivado en un enfrentamiento judicial, con las primarias de 2019 y los congresos celebrados este año en febrero y ahora en Bilbao recurridos ante los tribunales y los principales dirigentes "críticos" expulsados del partido.
En su discurso de proclamación, Blanco se ha dedicado únicamente a hablar de la situación interna, "uno de los momentos más difíciles del partido" que ha provocado el "hartazgo" de toda la militancia.
Blanco ha advertido a los críticos de que este congreso, en el que no han participado "para no evidenciar su derrota", es el "punto y final" y que es "irreversible".
La secretaria general, elegida por tercera vez después de que sus dos nombramientos anteriores en las primarias de 2019 y el congreso de febrero estén suspendidos judicialmente, ha dado por casi imposible que los críticos dejen sus ambiciones personales y lleguen a un acuerdo, por lo que ha venido a invitarles a dejar el partido.
"Claro que van a patalear y deslegitimar, que lo hagan, pero no bajo las siglas de este partido", ha dicho después de señalar que aceptaría dialogar con ellos si usan "la energía que gastan en judicializar en ponerse por fin a trabajar por el proyecto político que hemos aprobado por mayoría" en el congreso.
Blanco ha asegurado que "lo que de verdad" anhela es que "nos dejen trabajar, que nos dejen de incordiar, de denunciar y de decir falsedades y acepten de una vez por todas los que ayer y hoy habéis decidido".
Por su parte, en la asamblea del sector crítico en Vitoria se ha leído un manifiesto en el que dicen que Eusko Alkartasuna y su historia "no merecen el bochornoso espectáculo" de la "falta de democracia interna" que se está proyectando por parte del sector que encabeza Eba Blanco.
"El partido que fue ejemplar en la exigencia de respeto absoluto a todos los derechos humanos y condenaba expresamente todo tipo de violencia no merece vulnerar derechos fundamentales de afiliados, tal como han determinado, una y otra vez, las sentencias judiciales al anular injustamente la candidatura de Maiorga Ramirez", han manifestado.
No es de recibo, han añadido, que EA recurra "a la expulsión de compañeros de partido y que una y otra vez en sus comunicados oficiales califique como la "mafia de Maiorga" a los afiliados que quieren recuperar la personalidad propia del partido dentro de la coalición EH Bildu.
En este sentido, han denunciado que en los últimos cinco años EA no haya hecho una "sola propuesta" dentro de EH Bildu para superar el actual marco jurídico político y, en cambio, se haya limitado "a tener colocadas determinadas personas en las instituciones".
Y han augurado que probablemente el juez anulará todas las decisiones adoptadas en el Congreso celebrado en Bilbao como ocurrió con el que tuvo lugar en febrero.
Pese a este enfrentamiento, han apelado a encontrar una vía de diálogo entre ambas partes y han pedido que se queden a un lado "los personalismos y los afanes desmedidos de poder" para buscar una solución democrática al "conflicto enquistado". "Vamos a poner toda la carne en el asador para encontrar dicha solución democrática", han concluido.