A pesar de que en la cancha no pasa desapercibido por sus espectaculares jugadas y mates, Wade Baldwin es un jugador introvertido, de esos que no dejan que el rival conozca su estado anímico. Un gran jugador de póker, en definitiva. Por ello, es interesante conocer qué esconde tras esas cartas y saber un poco más del otro Baldwin, ese hombre familiar en el que se convierte cuando se viste de calle y abandona el pabellón. Eso sí, hay algo que no cambia: su pasión por el baloncesto y el deporte.
¿Cuál es la razón por la que cambió el dorsal número dos por el cinco al fichar por el Baskonia?
–Por mi hijo, Wade Baldwin V. Lo llevo por él.
¿Cómo comenzó a jugar a baloncesto?
–De pequeño practiqué muchos deportes diferentes y probé con el baloncesto con once o doce años. Fue el deporte que encontré más exigente y el que más me motivaba, por lo que me quedé enganchado.
¿Cuál era su jugador favorito por aquel entonces?
–Dwyane Wade, y no tiene nada que ver con su apellido. Me encantaba su forma de jugar, ganó la NBA en 2006 y coincidió con la época en la que me empecé a enamorar del baloncesto.
¿A qué jugador le gusta ver jugar hoy en día?
–Realmente me gusta ver jugar a todo el mundo. LeBron James, Damian Lillard, Stephen Curry, Luka Doncic... Veo a todos los equipos de la NBA, intento aprender de ellos.
¿Qué le gusta hacer cuando no juega a baloncesto?
–Me encanta el golf. Lo practico mucho en verano así que espero estar en un campo de golf dentro de un mes. Aquí en Vitoria también he jugado bastante con Alec Peters.
Si no hubiera sido jugador de baloncesto, ¿en qué le habría gustado trabajar?
–Habría probado con otro deporte, probablemente con la NFL. Me gusta mucho el fútbol americano.
¿Cuál es su comida favorita?
–La comida de barbacoa del sur de Estados Unidos. Costillas, mac & cheese, alubias con tomate... Es una de las cosas que echo de menos.
¿Y su lugar favorito en Vitoria?
–El Fernando Buesa Arena.
La última y más comprometida... Esta temporada se os ha visto jugar al UNO (juego de cartas) en los viajes con el equipo. ¿Quién es el mejor?
–Por desgracia, tengo que admitir que Vanja Marinkovic (risas). A mí no se me da mal, pero él es el que más partidas gana.