Alavés

Eder Sarabia brilla al frente del banquillo tricolor

El técnico se hizo cargo del Andorra en febrero de 2021 y logró el ascenso a Segunda
Eder Sarabia da instrucciones a uno de sus futbolistas durante un partido. | FOTO: FC ANDORRA

El Deportivo Alavés, que acumula dos partidos consecutivos sin martillar la portería rival debido a los cerrojos defensivos que han presentado sus dos anteriores rivales del campeonato doméstico, pondrá a prueba su entereza y su capacidad de regresar a la senda de la victoria en la casa del Andorra, el matagigantes de Segunda.

El conjunto del principado se ha convertido, por méritos propios, en una de las sensaciones más positivas de estas primeras diez jornadas, en las que ha derrotado a serios candidatos a regresar a la máxima competición como el Granada o el Levante. Un recién ascendido a la categoría de plata que, a su vez, es uno de los conjuntos más mediáticos de Segunda por la influencia de Piqué, el principal mandatario de un club que escaló categorías desde el fútbol modesto en base a su generoso potencial adquisitivo, pero también a raíz de su firme apuesta por un modelo de juego muy determinado.

El máximo exponente de dicha idiosincrasia no es otro que Eder Sarabia, el técnico que se hizo cargo del Andorra en febrero del 2021 y que desde entonces ha brindado al conjunto tricolor ese desparpajo para plasmar un estilo similar al que se ha practicado, históricamente, en La Masia. El técnico bilbaíno, hijo del reconocido ariete Manu Sarabia, comenzó a una temprana edad su periplo al frente de los banquillos y se unió al cuerpo técnico de Quique Setién en escuadras prestigiosas como Las Palmas, Betis y Barcelona. Can Barça fue, de hecho, el lugar en el que estrechó lazos con Piqué y donde realmente conoció de cerca la dificultad de dirigir un vestuario repleto de estrellas y egos.

Su actual etapa en el cuadro tricolor coincide con su primera experiencia como entrenador principal de un equipo profesional y la realidad es que su primera toma de contacto en este aspecto ha sido notable. Sarabia ha estado al frente del Andorra durante 67 encuentros y los datos hablan por sí solos, pues ha logrado 33 victorias, 15 empates y ha caído en 19 ocasiones; tres de ellas en el presente curso.

PERSONALIDAD CON BALÓN

Pero más allá de las estadísticas y los números, Eder Sarabia ha alcanzado un logro que prácticamente todos los entrenadores de fútbol desean al hacerse cargo de un equipo. Y no es otro que el de dotar a la plantilla de una identidad propia, unos principios que diferencian al Andorra respecto al resto de los equipos de la categoría de plata. Una tarea que no es sencilla de completar, ya que requiere una mezcla de paciencia entre los altos estamentos de los clubes de fútbol y también argumentos en forma de resultados positivos.

En este aspecto en concreto, el próximo rival del Glorioso se distingue como un equipo claramente protagonista con el balón, un rival que se siente cómodo con la posesión del esférico y que trata de generar ventajas a través de una circulación muy pulida desde el guardameta. Y es que el cuadro de Sarabia es con un 63% el equipo que más posesión atesora en Segunda, por delante de Las Palmas, un rival que en su visita a Mendi se adueñó del balón en campo propio pero que apenas generó ocasiones peligrosas en el área de Sivera.

Sin embargo, pese a que el Andorra se perciba como una escuadra dominadora del cuero, es el séptimo equipo de la categoría que menos pases realiza en campo contrario, por lo que el Alavés deberá estar alerta para llevar a cabo su plan estratégico en los momentos en los que recupere el esférico. Y es que, tal y como destacó Luis García en la rueda de prensa previa al partido en El Principado, sus pupilos están obligados a defender “muy bien y saber aprovechar los momentos con balón”.

Con todo, al Glorioso se le presenta en esta ocasión un contexto de partido totalmente opuesto al de los dos últimos precedentes ante el Burgos y el Albacete. Si en las dos anteriores jornadas el Alavés se dio de bruces ante defensas muy herméticas donde las filas fueron realmente estrechas, los de Luis García calibrarán su margen de maniobra ante una escuadra que, salvo en ocasiones puntuales, no renuncia a la pelota.

16/10/2022