Han tenido que pasar 73 años para que el PNV recupere la propiedad de la delegación parisina de la sede del Gobierno vasco en el exilio de la que fueron expulsados por el Gobierno francés para entregársela al régimen franquista.
Este martes el Boletín Oficial del Estado ha publicado el decreto que en cumplimiento de la ley de Memoria Democrática devuelve la emblemática sede en el número 11 de Avenue Marcel a su legítimo propietario.
En Onda Vasca el coordinador del Archivo Histórico del Nacionalismo Vasco, Eduardo Jauregi, ha asegurado que la devolución del edificio en el que un día estuvo la sede del Gobierno vasco es "un logro esperado desde hace muchos años que por fin se ha conseguido".
El responsable del Archivo de la Fundación Sabino Araba ha recordado que la expulsión del Gobierno vasco en el exilio de la que había sido su sede desde 1936 supuso un duro golpe para la Ejecutivo liderado por el lehendakari Agirre, quien protestó enérgicamente ante lo que consideraba una traición del Gobierno francés con el que habían luchado codo con codo contra el franquismo.
Comprado con fondos del PNV
Jauregi ha explicado que el edificio fue comprado con fondos del PNV procedentes de los vascos en América en septiembre de 1936, antes de que se constituyera en primer gobierno de Euskadi en octubre de ese mismo año, pero que la formación jeltzale lo puso desde le principio a disposición del Gobierno vasco para que se hicieran desde él todas las labores de ayudas que requerían los refugiados vascos.
Reivindicación desde la transición
La batalla del PNV para recuperar el edificio comenzó en la transición, en 1977. Jauregi explica que las primeras gestiones vinieron de mano de Manuel de Irujo y de las autoridades del momento de la formación, y que a lo largo de las últimas casi cuatro décadas la reivindicación ha sido constante.
"Después de tantos años al final se ha podido conseguir. Ha sido una tarea difícil porque realmente el Gobierno español para esa devolución de bienes incautados durante la guerra no lo puso fácil, se tenía que demostrar documentalmente la propiedad, los titulares, y eso ha costado bastante", ha señalado Jauregi.