El Departamento de Educación está testeando en seis centros educativos públicos IRADI, una plataforma de aprendizaje online basada en software libre alternativa al omnipresente Google Workplace for Education. El IES Elorrio (Elorrio), el CEIP Mendia (Balmaseda), el CEIP Txomin Aresti (Leioa), el CEIP Aitxuri (Zegama), el IES Koldo Mitxelena (Gasteiz) y Urola Ikastola (Azpeitia) son los seis centros que desde el curso pasado están probando IRADI que “se plantea ofrecer a toda la comunidad educativa para su uso una vez que ha sido testada”.
Así lo revela la consejera Begoña Pedrosa en respuesta a una pregunta parlamentaria formulada por EH Bildu, a raíz del apercibimiento recibido por parte de la Autoridad Vasca de Protección de Datos (AVPD) porque el uso de Google Workspace for Education (GWS) vulnera la protección de datos de la comunidad educativa vasca. Se trata de un colectivo cercano a las 400.000 personas, entre docentes y estudiantes, en su mayoría menores de edad. IRADI ofrece a los centros aplicaciones básicas para la actividad educativa basado en software libre.
Dispone de un aula virtual (Moodle), correo electrónico del Departamento de Educación y un espacio colaborativo (Nextcloud), con un almacén digital, aplicaciones ofimáticas (Collabora/Libre Office) y calendario. Todos estos programas y datos se alojarán en servidores del Gobierno vasco. Además, es en euskera. El Instituto Vasco de Evaluación e Investigación Educativa (ISEI-IVEI) será el encargado de realizar el seguimiento del ensayo de esta experiencia.
Digitalización ética
Los objetivos del proyecto son avanzar en la alfabetización digital integral de los centros y, según la consejera, ”apostar por una digitalización ética y responsable”, tal y como recoge la Ley Vasca de Educación. No en vano, cuando se traba en red es fundamental que tener cuidado de dónde, para qué, cómo guardamos y usamos algunos datos. El uso de herramientas tecnológicas en colegios e institutos es habitual, pero desde hace unos meses también forma parte del debate público por las dudas que han surgido alrededor de la privacidad y el uso que las grandes tecnológicas hacen de los datos. Más aún cuando afecta a una población vulnerable, como son los menores de 14 años.
Algunos grupos de familias están siendo especialmente activas en la denuncia de posibles abusos y concienciando a los padres y madres en los colegios e ikastolas sobre el uso responsable de las tecnologías, como Gure aukera, guk 16 o Altxa Burua. Ya se han producido pequeños cambios porque los vascos han comenzado a retrasan la entrega del primer móvil a sus hijos e hijas. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 65% de los menores de entre 10 y 15 años tiene un smartphone, cuando en 2020 la tasa era de 75%. Pero no se trata simplemente de una cuestión de activismo social. En julio de 2022, Dinamarca levantó la libre en el continente al prohibir los productos de Google en las escuelas (Google Workspace y los ordenadores Chromebook) porque el uso que el gigante estadounidense hace de los datos de los estudiantes viola la ley europea sobre privacidad. El regulador danés (Datatilsynet) dictaminó que Google no tiene base legal para usar “para sus propios fines” los datos de los alumnos.
Tratamiento de los datos
Básicamente Google Workplace for Education es un paquete de herramientas de uso educativo como Classroom, Meet, Google Docs, Formularios y Google Chat. Para todo esto cada usuario debe crearse una cuenta. La escuela proporciona a Google cierta información personal sobre sus estudiantes y educadores que incluye el nombre del usuario, la dirección de correo electrónico y la contraseña. Los centros también pueden optar por compartir cosas como la dirección de correo electrónico secundaria, el número de teléfono y la dirección de un usuario. Y los usuarios, además, pueden agregar información a su cuenta, como un número de teléfono adicional y una foto de perfil. En su información sobre el servicio, Google dice que “Google Workspace for Education no recopila datos de alumnos con fines publicitarios”. Sin embargo, no dice nada sobre otros fines.
La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), el organismo oficial encargado de velar por la privacidad y la protección de los datos de la ciudadanía ha dado recomendaciones muy claras sobre Google Workspace for Education. El 19 de febrero de 2024 se pronunció en el mismo sentido que el regulador danés y emitió un informe desfavorable al uso de Google Workspace. El Ministerio de Educación actuó en consecuencia y rechazó firmar el convenio con Google para implantar esta plataforma en Ceuta y Melilla –donde tiene competencia– y optó por otras herramientas digitales “que garantizan la privacidad de alumnos y profesores y el control de los datos”. En paralelo, el Ministerio envió el informe de la AEPD a las comunidades autónomas para que valoraran la situación y actuaran como considerasen.
Apercibimiento a Educación
El 9 de marzo de 2024, la Autoridad Vasca de Protección de Datos (AVPD) apercibió al Departamento de Educación porque el uso de Google Workspace for Education (GWS) vulnera la protección de datos de la comunidad educativa vasca. La AVPD constata tres infracciones. En primer lugar, Educación debía haber realizado una evaluación de impacto relativa a la protección de datos antes suscribir el 22 de febrero de 2022 el convenio con Google Cloud Emea Limited para usar los servicios Google Workspace en los centros educativos de Euskadi.
Entre los hechos probados, Protección de Datos advierte de que los datos personales de los usuarios (docentes y alumnado) pueden ser tratados por Google para el uso de servicios adicionales que no son objeto del convenio. Asimismo, censura que en los registros de actividades de tratamiento dependientes de Educación publicados en la página web del Gobierno vasco no consta información en la que se prevea el tratamiento de datos personales que supone la ejecución de la citada plataforma educativa.
En su respuesta parlamentaria, la consejera Pedrosa asegura en reiteradas ocasiones que los datos “no son usados para intereses comerciales” ni para fines “publicitarios”. No obstante, la consejera señala que su Departamento está trabajando con la Agencia Vasca de Protección de Datos para enmendar los aspectos denunciados en su resolución de marzo de 2024, “tanto en lo relativo a la evaluación de impacto como a la revisión de los registros de actividades de tratamiento”. En este sentido, la titular de la cartera de Educación añade que en base al resultado de dicha evaluación de impacto, “el Departamento tomará las medidas que tenga que tomar”. Mientras tanto, los centros podrán seguir eligiendo la plataforma GWS o la plataforma IRADI cuando esté lista, sin que su uso sea “limitativo”. Es decir, que no será obligatorio.
Respuesta de Google
¿Qué dice Google tras los sucesivos dictámenes que ponen en duda o censuran el uso que hace de los datos de los usuarios de Workspace for Education? En el caso de Euskadi, Google afirma que “está profundamente comprometida con el apoyo a la educación a través de nuestros servicios Google Workspace for Education. Nos asociamos con autoridades educativas de todo el mundo, incluido el Departamento de Educación del País Vasco, para proporcionar herramientas de aprendizaje digital seguras y eficaces”. Según explican, “nuestro convenio con el Departamento de Educación del País Vasco, revisado favorablemente por la Autoridad Vasca de Protección de Datos en 2021 antes de su firma –siguiendo los procedimientos habituales– refleja este compromiso”.
Aseguran que son “ conocedores de la reciente resolución emitida por la Autoridad Vasca de Protección de Datos”. No obstante, dicen, “la resolución se centraba en las responsabilidades y obligaciones que los responsables del tratamiento tienen en virtud de las legislación en materia de protección de datos”. En este sentido, desde la compañía aclaran que un aspecto fundamental “de nuestro compromiso es proporcionar recursos exhaustivos y asistencia a nuestros socios educativos para ayudarles a comprender y asumir sus responsabilidades como responsables del tratamiento de datos. Ponemos a su disposición una multitud de recursos en este sentido. También ponemos a disposición recursos para padres y tutores, como Guía para padres o tutores sobre privacidad y seguridad o el folleto Proteger la privacidad de tu hijo o hija en Google Workspace for Education. Creemos que la transparencia y la educación son cruciales para generar confianza y garantizar un uso responsable de los datos”
Los centros educativos, los responsables
Respecto a la negativa del Ministerio a implantar la plataforma, Google explica que sus clientes –los centros educativos– y no la compañía tecnológica “son los que poseen y son responsables de los datos”. “Esto significa que nuestros clientes son los principales responsables de decidir cómo se utilizan y comparten los datos de los clientes. Por lo tanto, son quienes controlan el uso de los contenidos y el acceso a los diferentes servicios”, subraya. En este sentido, Google sostiene que no muestra “ningún anuncio” en los servicios de Google Workspace for Education; no utiliza “los datos de los clientes para crear perfiles orientados a la publicidad”; no supervisa ni rastrea “su comportamiento en los servicios; y no comparte los datos de los clientes con servicios de Google como YouTube, Búsqueda o Ads, “para fines comerciales propios”. “No combinamos su cuenta del centro educativo con su cuenta personal de Google, en caso de tener una. No usamos los datos de los clientes para entrenar modelos de inteligencia artificial. No vendemos los datos de los clientes a terceros ni los compartimos con agencias de marketing”, ha apostillado.
Asimismo, ha detallado que dado que los administradores de los centros “pueden determinar qué servicios están disponibles y sus políticas”, el uso que cada centro educativo haga de Google Workspace for Education será “diferente”. “Creemos que los centros son los más indicados para personalizar la información que comparten con los padres basándose en el uso real que hacen de los servicios de Google”, ha destacado, para después añadir que la compañía “no controla ni está en posición de evaluar la información o el lenguaje utilizado por los centros para informar sobre los servicios”.