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Edurne Ciriza, pediatra: “Se recomienda una hora al día de contacto con la naturaleza; nuestros niños tienen un déficit preocupante en ese sentido”

La pediatra Edurne Ciriza aboga por volver a ponernos en contacto con la naturaleza en las jornadas que la Anpe ha organizado sobre salud medioambiental en la infancia
Edurne Ciriza, que trabaja en el centro de salud de Ansoáin, en las jornadas junto al ponente Ferrán Campillo.
Edurne Ciriza, que trabaja en el centro de salud de Ansoáin, en las jornadas junto al ponente Ferrán Campillo.

La pediatra Edurne Ciriza Barea, vocal de la junta de la Asociación Navarra de Pediatría (Anpe) y del Comité de Salud Medioambiental de la Asociación Española de Pediatría, explica que “venimos de una pandemia en la que la gente tenía que consultar por todo y ahora, de repente, hay más enfermedades de las que había, porque hemos eliminado la mascarilla, todo el mundo está en contacto unos con otros y los virus vuelven a tener su sitio en esta sociedad. Parece que hemos desaprendido cómo curar los catarros simples y, además, hay mucha más demanda. No damos abasto con todo lo que hay y con todas las consultas inmediatas que nos solicitan”. Por eso, considera que “hay que dar un paso atrás y volver a ponernos en contacto con la naturaleza”, ya que en Atención Primaria “necesitamos tiempo para la prevención, para hacer las revisiones, para hablar de la alimentación, del deporte, de la naturaleza... y tal y como están las agendas es imposible”.

¿Qué es la salud medioambiental pediátrica? 

–La salud medioambiental pediátrica tiene en cuenta todos los determinantes medioambientales que afectan a la salud, ya sean contaminantes, estilos de vida... todo.

Por qué deciden hacer las jornadas.

–Es un tema muy en boga dentro de las sociedades científicas de pediatría y que aborda la prevención sobre todo en la infancia. Hasta ahora hemos abordado la salud principalmente desde el punto de vista curativo de las enfermedades, pero este es un enfoque un poco distinto, desde una salud planetaria, desde la prevención, porque se ha visto que hay un montón de patologías, sobre todo crónicas, tanto del adulto como del niño, que pueden ser prevenidas por la reducción a la exposición de contaminantes medioambientales y por los estilos de vida adecuados.

¿Cuál es el efecto de la contaminación medioambiental y del cambio climático en la salud de la infancia? 

–Hay múltiples efectos. De hecho, se dice que los niños son los más afectados por el cambio climático, sobre todo porque tienen especial susceptibilidad a los contaminantes medioambientales al ser más pequeños, al tener un metabolismo mucho más activo que los adultos y al tener muchos más años de vida por delante para poder desarrollar las enfermedades. El mundo que les estamos dejando a nuestros hijos no tiene nada que ver con el que tuvimos y cada vez va empeorando. A día de hoy todavía no se ve un efecto muy grande del cambio climático, pero se ha visto que los efectos a largo plazo van a ser importantes; entonces, tenemos que mitigarlo e intentar corregirlo desde ya.

¿Cuáles son los problemas más frecuentes en salud medioambiental que más afectan a los niños? 

–Dentro de los estilos de vida las enfermedades que más nos preocupan en la infancia son la obesidad infantil y el sedentarismo, que ocasionan un montón de patologías a largo plazo. En relación a los contaminantes medioambientales aéreos, se ha visto un aumento del asma en niños, de las bronquitis, un incremento de la enfermedad crónica, de la EPOC en el adulto. En la dieta se ha visto un aumento de la obesidad, también problemas del neurodesarrollo asociados con contaminantes, con fertilizantes y con metales pesados en la ingesta; es un campo muy amplio. El periodo más problemático de desarrollo es, sobre todo, el embarazo y los primeros 1.000 días de desarrollo del bebé. Es el momento en el que el bebé crece más rápido y que más efecto pueden tener los contaminantes. Los dos más importantes que tenemos en nuestra sociedad son el tabaco y el alcohol. Uno de los problemas más importantes que estamos viendo, en cuanto al neurodesarrollo, es el trastorno alcohólico fetal. Se ha visto que las madres embarazadas, incluso lactantes, consumen alcohol en un porcentaje no desdeñable en nuestro país. Ahí tenemos que poner un foco importante de acción.

¿De qué porcentaje hablamos? 

–En estudios que hicieron hace poco en Murcia hasta el 50% de las mujeres embarazadas había tenido contacto con el alcohol y el 2%-5% tiene un consumo de riesgo para trastorno del espectro alcohólico fetal. 

Es preocupante. 

–Sí.

¿Puede ser que no supieran que estaban embarazadas entonces? 

–Es posible. No obstante, el momento de mayor susceptibilidad a los contaminantes es el primer trimestre. 

¿Qué podemos hacer para minimizar los efectos de los contaminantes en nuestra vida? 

–Se pueden hacer muchísimas cosas, pero a nivel de actitud deberíamos ir reduciendo la contaminación por la quema de combustibles fósiles. También podemos consumir alimentos ecológicos; eliminar el alcohol, el tabaco y todo tipo de drogas en nuestra vida, sobre todo cuando estamos pensando en quedarnos embarazadas, y también el chico, que puede tener afectados sus espermatozoides y fertilidad a causa de los contaminantes.

¿Qué retos hay en este ámbito? 

–Un montón. Este enfoque de la salud conlleva tener un punto de vista más preventivo, más de salud planetaria, tenemos que proteger la naturaleza, tenemos que volver a renaturalizar la salud y tenemos que volver a ponernos en contacto con ella. Se ha visto que los niños en nuestro mundo tienen un déficit de contacto con la naturaleza preocupante. La naturaleza nos contrabalancea muchos de estos efectos negativos de los contaminantes y nos hace volver a las bases, a renaturalizar la salud y esto nos da una oportunidad de cambio, pero esto lo estamos perdiendo a marchas forzadas. Tenemos que naturalizar los entornos, hacer más ejercicio físico, comer más saludable y cuidar el planeta.

Teniendo en cuenta sus beneficios, ¿deberían recetar el contacto con la naturaleza y el ejercicio al aire libre? 

–Efectivamente, esa es nuestra charla final. El doctor Ortega hablará de cómo recetar naturaleza en Atención Primaria, porque es necesario volver a renaturalizar la salud de los niños.

¿Cómo se hace? 

–Lo que se recomienda es una hora al día de contacto con la naturaleza, ya sea en un bosque o en el parque de debajo de tu casa; un sitio donde haya verde, que esté al aire libre, y que podamos estar con nuestros niños disfrutando al menos una hora al día. 

La última charla habla del reto de la pediatría en Atención Primaria. 

–Esta ponencia se planteó como una especie de homenaje a los pediatras ya jubilados para ver cómo estamos ahora y qué queremos en un futuro. El tema de la salud medioambiental va muy acorde con las jornadas porque es un cambio de paradigma en la salud. Tenemos que volver a la prevención, a dedicar tiempo a lo importante, no sólo a curar. En la carrera nos han enseñado a detectar enfermedades e intentar curarlas, pero es que hay muchas patologías que su origen es más preventivo y lo único que podemos hacer es intentar cambiar estilos de vida, reducir la contaminación, reconectar con la naturaleza... Quitar la inmediatez que nos lleva en este mundo a intentar buscar la solución inmediata a los problemas, cuando ésta se encuentra dando un paso hacia atrás y volviendo a las bases.

2022-11-23T18:40:03+01:00
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