El Gobierno estadounidense consideró este martes que la convocatoria de sendos referendos de anexión a Rusia por parte de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk y de las administraciones prorrusas de la región de Jersón y de Zaporiyia es una muestra de la debilidad rusa en Ucrania.
"Rusia está organizando referendos falsos con tres días de anticipación a medida que continúa perdiendo terreno en el campo de batalla", apuntó ante la prensa el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.
En su opinión, ese tipo de iniciativas contempladas "a medida que más líderes mundiales se distancian de Rusia en el escenario público (...) no son las acciones de un país confiado", sino "todo lo contrario".
Los órganos consultivos de Donetsk y Lugansk se dirigieron este lunes a sus líderes para que convocaran "con urgencia" dichos plebiscitos para garantizar la seguridad de sus territorios.
Les secundaron hoy sus contrapartes de las administraciones prorrusas de las regiones meridionales de Jersón y Zaporiyia.
Rusia ya se había anexionado la república autónoma de Crimea, parte de Ucrania, a través de un referéndum celebrado en 2014, cuyos resultados no han sido reconocidos por la comunidad internacional.
Los nuevos referendos están previstos para el 23-27 de septiembre y Washington avanzó este martes que tampoco reconocerá su resultado.
"Son una afrenta a los principios de soberanía e integridad territorial. (...) Sabemos que serán manipulados y que Rusia los utilizará como base para anexionarse esos territorios ahora o en el futuro", denunció el consejero de Seguridad.
Llegado el caso, "Estados Unidos nunca reconocerá las reivindicaciones de Rusia sobre cualquier parte adicional de Ucrania" añadió Sullivan, recalcando que Washington y sus aliados se opondrán a ese tipo de "esfuerzos".