EH Bildu presentó ante una nutrida asistencia de dirigentes de la coalición las bases de su política industrial para Euskadi. Entre los aspectos más llamativos de su programa se pueden citar la apuesta por impulsar un Modelo Vasco de Empresa alternativo al de Confebask; la modificación de la normativa fiscal y una política industrial “ambiciosa” para contrarrestar su “creciente vulnerabilidad”.
Pello Otxandiano fue el encargado de desglosar el documento ante la presencia de dirigentes como el coordinador general Arnaldo Otegi, o los candidatos a diputado general de Gipuzkoa y Bizkaia, Maddalen Iriarte e Iker Casanova, respectivamente.
A jucio de la coalición, el Modelo Vasco de Empresa al que se refiere carece de “proyección social y reconocimiento y apoyo por parte de las instituciones públicas”. A su juicio, se debe “al discurso hegemónico empresarial” representado por Confebask y sus organizaciones territoriales. Frente a esta visión, Bildu defiende que hay otros discursos. “Creemos que hay un vasto tejido empresarial que no se siente identificado con muchas de las ideas que difunden las grandes organizaciones empresariales, muy alineadas con una determinada ideología y que tratan de influir en las políticas públicas de forma que no les corresponde”, indicó Otxandiano.
Por ello, cree que “sería muy beneficioso que el Modelo Vasco de Empresa tuviera un mayor amparo y empuje también por parte de las instituciones públicas”. En esta línea, abogó por “fomentar la creación de una asociación (o similar) para la implantación de este modelo en las empresas y adquiera una referencialidad colectiva, se nutra de la transmisión de experiencias y conocimientos, y pueda valerse de instrumentos de apoyo y ayuda”.
También apuesta por propuestas de modificación de normativa fiscal: toma de participaciones, tipos impositivos, etc; EH Bildu apoya medidas como reformas en la legislación que favorezcan estas iniciativas, y mediante “impulsos financieros”, dotar partidas para financiar este tipo de operaciones.
El texto apuesta por una política industrial “más ambiciosa y proactiva” y una revisión de los instrumentos público y público-privados existentes, desde agencias a instrumentos financieros.
“No hay visión de futuro”
Otxandiano opinó que “no existe una política industrial merecedora de ese nombre” en Euskadi porque se está “perdiendo peso industrial, arraigo y empresas tractoras en sectores estratégicos”. “No existe una visión de futuro y no hay liderazgo para llevar a cabo una política industrial activa”.
A su juicio, “vienen grandes cambios motivados por la transición energética, la digitalización y cambios en la estructura demográfica”, y la situación de la Comunidad Autónoma Vasca es de “vulnerabilidad creciente”. “Corremos el riesgo de la terciarización de la economía vasca y de perder más arraigo industrial en el futuro a manos de fondos de inversión extranjeros. Necesitamos transitar hacia una política industrial emprendedora”.
La formación soberanista contempla en su propuesta facilitar la entrada de capital público en empresas de determinados sectores económicos para evitar las deslocalizaciones, recuperar el peso de la industria en el PIB y mantener el arraigo de las sociedades. “Corremos el riesgo de la terciarización de la economía vasca y de perder más arraigo industrial en el futuro a manos de fondos de inversión extranjeros, por lo que necesitamos transitar hacia una Política Industrial Emprendedora”, remató Otxandiano.