EH Bildu y EH Bai han hecho un llamamiento a reivindicar "la democracia y la soberanía" y a "alzar las banderas de la ilusión y la esperanza" con motivo de la conmemoración este fin de semana del Aberri Eguna.
Estas formaciones han hecho pública una declaración en la que animan a participar en el acto organizado este sábado en Donostia por la iniciativa Euskal Herria Batera, así como en los promovidos por el movimiento Bagira en Itsasu (Iparralde), y el convocado el domingo por EH Bildu en Iruñea.
EH Bildu y EH Bai, formación esta última de la izquierda abertzale en Iparralde, han reclamado a "todos los vascos" la puesta en marcha de "un nuevo pulso popular que responda a los retos del siglo XXI".
"En un escenario donde la crisis climática, energética y social han llegado a despertar una guerra en las mismas puertas de Europa, donde la lucha entre la democracia y el autoritarismo está más abierta que nunca, debemos poner en el centro nuestro derecho a tomar nuestras propias decisiones", remarca el documento.
Banderas de ilusión y esperanza
"Como comunidad que somos, en estos tiempos grises en los que nos quieren sumergidos en la desesperanza, debemos ofrecer respuestas a los retos que tenemos ante nosotros y, al mismo tiempo, mostrar el compromiso y la vocación firme de la izquierda independentista para alzar las banderas de la ilusión y la esperanza", agrega el escrito.
Defienden además que "el estado vasco es un proyecto político contemporáneo" y subrayan que el "Aberri Eguna es el día de todas las personas que viven y trabajan en Euskal Herria".
Retos actuales
"Lo que para nosotros son fronteras, para otros muchos todavía son muros, por eso soñamos con un país sin fronteras ni muros. De todos y todas, de los que lo han sentido desde pequeños, de las que lo han sentido después, y también de las personas que aun viviendo aquí sienten más arraigo por otras identidades. De todos y todas, sin excepciones", remarcan.
EH Bildu y EH Bai insisten en la necesidad de "crear respuestas para las nuevas preguntas" desde la realidad de "un pueblo cuya condición -recalcan- sigue negada y su territorio dividido".