EH Bildu pide a los socios que no se confundan de trinchera y apela al “principio de realidad”

Oskar Matute se generó expectativas hace un mes por el paso de los cinco diputados de Podemos al Grupo Mixto y su ruptura con Sumar. Su argumento era que Podemos, EH Bildu, ERC y BNG iban a sumar 19 escaños frente a un eventual eje PNV-Junts que se quedaría en 12 y al que le atribuyó un intento de frenar o ralentizar los avances. Paradójicamente, el diputado de EH Bildu vio ayer cómo Podemos, uno de los eventuales pilares de esa alianza progresista de la que hablaba, tumbaba el decreto de los subsidios. El veto se produjo unas horas después de que él mismo lanzara un alegato desde el atril de las Cortes estatales anticipando el respaldo de la coalición abertzale y pidiendo no confundirse de trinchera y de enemigo.

EH Bildu volvió a escenificar ayer su cierre de filas absoluto con el Gobierno español liderado por Pedro Sánchez, y votó a favor de sus tres decretos ómnibus, aunque le parecen mejorables. La coalición abertzale se amparó nuevamente en que la alternativa es la derecha española y le añadió que los decretos incluyen medidas que sí son avances, aunque no lleguen tan lejos como hubiera querido en algunos ámbitos. Oskar Matute llegó a citar al pensador francés Daniel Bensaïd, quien participó en las movilizaciones de mayo de 1968, para apostar por no confundirse de trinchera ni enemigo. Pareció una alusión implícita a los votos que podrían llegar desde las bancadas de algunos aliados de Sánchez, aunque finalmente el decreto de los subsidios solo lo tumbó Podemos, mientras que Junts no echó por tierra ninguno de los decretos y se inclinó por no participar en las votaciones.

EH Bildu defendió su respaldo al decreto de los subsidios. “Lo apoyamos aunque tenga carencias. Jugaremos con responsabilidad y paciencia estratégica, atendiendo al principio de realidad”, dijo Matute, para añadir que la situación no ha cambiado “desde noviembre”, donde la mayoría plurinacional fue capaz de acordar y respaldar un Gobierno que es la alternativa “a eso que vemos en Ferraz”, en alusión a las protestas de la derecha en la sede socialista, “o aquellos que nos desean un año entrante que se parezca al de 1936”.

“Es el principio de realidad, defender los derechos de la clase trabajadora. Es verdad que son medidas parciales y manifiestamente mejorables cuando no suponen una involución, pero todo eso lo podemos resolver, porque tenemos mayorías, en el trámite como proyecto de ley”, alentó. Matute se refirió a los subsidios, a los permisos de lactancia de 28 días, y a la prevalencia de los convenios autonómicos sobre los estatales como medidas positivas.

“Un pensandor francés de mayo del 68, Daniel Bensaïd, dijo: nos hemos equivocado a veces, incluso a menudo, y sobre bastantes cosas, pero al menos no nos hemos equivocado ni de trinchera ni de enemigos”, dejó caer. Bildu, por su parte, había pactado con el Gobierno en el marco del decreto anticrisis prohibir los desahucios de personas vulnerables hasta el próximo año 2025, decreto que sí apoyó Podemos a cambio de extenderlo a 2028.