EH Bildu ha vuelto a fijar al PNV como rival a batir en las urnas y, para ello, trata de competir con los jeltzales en cuanto a utilidad en el Congreso de los Diputados y en el Senado para lograr mejoras para la CAV.
En esa línea, y aunque la izquierda abertzale lleva tan solo una legislatura de estrategia pragmática y negociadora en Madrid, ayer jueves la coalición se presentó de cara al 23-J como la fuerza política “que mejora la vida” de los vascos participando en las instituciones estatales. Más allá, ven en esta convocatoria electoral un pulso entre el soberanismo y el “régimen del 78”.
En el acto de inicio de campaña celebrado ayer jueves por la tarde en Bilbao, el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, se refirió en esa línea a la batalla entre el modelo centralista de los partidos españoles constitucionalistas y entre las formaciones abertzales: “La pregunta no es si Sánchez o si Feijóo. Lo que está en juego es seguir con la lógica del régimen del 78 o la lógica republicana vasca soberanista y de izquierda”.
Como prueba de este pulso, Otegi se refirió a la sentencia conocida ayer que falla contra el uso del euskera en los ayuntamientos vascos. “El Tribunal Constitucional ha vuelto a llevar a cabo un ataque al euskera. Por cierto, un Tribunal Constitucional compuesto por magistrados elegidos por el PSOE y el PP”, expresó el líder de la izquierda abertzale, antes de llamar a superar los límites que marca el Estado español.
“¿Por qué los vascos y las vascas debemos aceptar limitar nuestras ambiciones de construir alternativas avanzadas en lo social o en lo educativo o en lo cultural porque así nos lo imponen partidos que son francamente minoritarios en nuestro pueblo? 12 personas se reúnen en Madrid y deciden cómo debemos hablar en nuestros ayuntamientos. ¿Qué sentido tiene esto? ¿Qué lógica democrática?”, se preguntó Otegi en su intervención.
En el acto de arranque en la capital vizcaina intervino también la portavoz de la coalición independentista en el Congreso de los Diputados, Mertxe Aizpurua, que quiso dejar claro que EH Bildu prioriza siempre en sus decisiones el bienestar de la ciudadanía de la CAV.
“La vida, como la política, va de tomar decisiones, y tenemos las manos libres para poder tomarlas pensando solo en el bienestar de la ciudadanía vasca. Por eso nunca no equivocaremos a la hora de tomar partido: siempre por y para mejorar la vida de vascos y vascas”, argumentó una Aizpurua que expresó que afrontan la contienda electoral “con esperanza y una gran sonrisa y determinación”.
A continuación, llamó a repetir los buenos resultados del pasado mes de mayo: “Volveremos a hacerlo, con toda vuestra fuerza, el 23 de julio”.
Otro dirigente de la coalición en tomar la palabra fue el diputado por Bizkaia Oskar Matute, que centró su discurso en hacer frente a la “degradación” de los servicios públicos y a la inflación que afecta de manera notable a la clase trabajadora.
Así, celebró que “el trabajo de EH Bildu en Madrid ha traído, sin duda, mejoras a las vidas de la mayoría de las vascas y vascos”, pero aseguró que “los problemas de la gente persisten y en este país son palpables la degradación de los servicios públicos, tanto en Osakidetza como en el sector de los cuidados”.
En cualquier caso, se comprometió a trabajar cuatro años más desde el Congreso “para que las vidas de los vascos sean mejores” y para combatir “la corrupción, prevaricación y otros intereses que no son los de solucionar los problemas de la gente”.
Pevalidar grupo propio
La coalición parte con el objetivo de revalidar el grupo propio en el Congreso que obtuvo por primera vez en noviembre de 2019 y, para ello, vuelve a apostar por Aizpurua y Matute, quienes han sido sus referentes en Madrid en la última legislatura.