EH Bildu rechaza el TAV pero acepta el corredor atlántico que lo recoge

El debate de los candidatos a las elecciones europeas del domingo que emitió este martes ETB-2 tuvo un protagonista quizás inesperado, tras unas jornadas donde la discusión había ido por otros derroteros. El tren de alta velocidad propició uno de los momentos más jugosos desde el punto de vista informativo a raíz de unas declaraciones del candidato de EH Bildu, Pernando Barrena, quien ya hace una semana, en el debate en euskera en ETB-1, había dejado caer de manera fugaz en un puñado de segundos que no vería mal un corredor atlántico que permita la conectividad entre la comunidad autónoma y otros territorios del flanco oeste europeo, aunque mantuvo sus críticas al TAV, reflexión que tomó por sorpresa al resto porque el TAV forma parte del trazado del corredor. La alusión fue tan breve que no tuvo entonces demasiado eco a la espera de que esta cuestión pudiera retomarse en el debate del martes. Y Barrena volvió a decir, esta vez con mayor nivel de desarrollo, que EH Bildu “nunca estará a favor de dejar a nuestro país fuera de los ámbitos de desarrollo”, en referencia al corredor atlántico, si bien insistió en que el TAV puede ser “un fiasco” porque acumula tantos retrasos que para cuando se ponga en marcha podría estar “obsoleto”, “no servirá para transportar mercancías” y no sabe si será una isla o estará contectado con el norte y el sur.

A pesar de sus matices, PNV y PSE se lo tomaron como una clara matización de las posiciones históricas de la izquierda abertzale décadas después. La candidata del socialismo vasco en las listas del PSOE, Idoia Mendia, le dio la “bienvenida 20 años después al corredor atlántico”. La cabeza de lista del PNV, Oihane Agirregoitia, recordó que los jeltzales han defendido el TAV desde sus orígenes, desde que en 1994 se adoptó un acuerdo en Essen a nivel europeo que consideraba que el corredor es una red estratégica, y recriminó que, si el TAV se ha retrasado, ha sido por los “palos en las ruedas” desde los sucesivos gobiernos estatales, que no han sido diligentes con las inversiones y los plazos; y también por las críticas recibidas desde determinados sectores vascos. No señaló a nadie, pero la infraestructura llegó a estar amenazada por ETA (por ejemplo, fue asesinado el empresario Inaxio Uria por esta causa) y la izquierda abertzale se ha opuesto a ella y a cualquier “macroinfraestructura”, lo que en principio podría encajar con el corredor atlántico por extensión.

Agirregoitia apostó por el tren, “con la solución que sea”, pero apostó con claridad por el ferrocarril porque es el transporte más ecológico. Mendia, por su parte, llegó a asegurar, a modo de dardo al PNV, que “también hubo un Gobierno de Ibarretxe que pactó retrasos en las obras, pero mejor olvidar aquellos años”. El popular Javier Zarzalejos aprovechó para arremeter contra el PNV y el Gobierno español del socialista Sánchez, asegurando que el ministro Puente “da carpetazo al soterramiento en Gasteiz” y Francia no contempla cumplir los plazos.

El enredo de los fondos europeos

Zarzalejos, a quien desde el PP presentan como otra cuota vasca en las listas además de Carlos Iturgaiz, en realidad ha desarrollado su trayectoria en la Administración General del Estado y en los gobiernos de Aznar, que precisamente también tuvo en su mano las inversiones del TAV. Quizás esa desconexión de la actualidad vasca lo llevó a cometer varios errores, como cuando felicitó al PNV por “darse cuenta dos años tarde de que los fondos europeos se tienen que territorializar” y le pidió que presentara algún proyecto estratégico, una afirmación que Agirregoitia respondió con velocidad porque ya es de sobra conocido que existe un plan Next confeccionado desde Euskadi. Mendia volvió a tratar de polarizar entre el PSOE y la derecha asegurando que lo que está ahora en juego es que haya más fondos en Europa.

Zarzalejos y el "no genocidio"

El debate, en el resto de puntos, marchó según lo previsto, y los candidatos no cayeron en los debates estatales del día como la citación a la mujer de Pedro Sánchez o la moción de censura con la que amaga Feijóo. Los debates fueron europeos. El PNV insistió en defender el sector primario, la industria y los servicios; y pidió gestionar los fondos europeos desde Euskadi y una transición energética que genere nuevos empleos con especial atención a jóvenes y mujeres. También aplaudió que Bildu se “avenga” a su modelo de acogida.

Barrena apostó por un perfil netamente de izquierdas, insistió en augurar un “austericidio” porque hay que devolver los préstamos de los fondos europeos y en paralelo se defiende un incremento del gasto militar; y, esta vez sí, quiso matizar tras el plante de su coalición al presidente Zelenski que denuncia “la ocupación de Ucrania por Rusia”.

Mendia exhibió “el nuevo récord de empleo” y los fondos europeos, dijo que Sánchez “lideró el escudo social”, y apostó por un mecanismo permanente de fondos para convertir en gigantes a las empresas europeas.

Andeka Larrea, de Sumar, puso en valor la labor de la vicepresidenta Yolanda Díaz con los ERTE y la subida del salario mínimo, y aseguró que “este cambio de paradigma debe darse en Europa”. Podemos optó en este debate por Isa Serra, portavoz estatal y número dos de la lista, pero sin vinculación con la política vasca. Ella defendió la paz frente al “régimen de guerra” y derogar las reglas fiscales.

Otro de los momentos del debate llegó cuando Larrea pidió a Zarzalejos unas palabras de solidaridad para Palestina. El popular optó por una respuesta fría: “No participo de la calificacion de genocidio, ha sido una agresion absolutamente violenta y alevosa contra Israel en un proceso de normalizacion israelí de las relaciones con los países árabes”. Larrea le respondió que Palestina “merecería un poco más de empatía” y, entonces sí, Zarzalejos admitió la “tragedia”.