El termómetro de la negociación presupuestaria registra temperaturas muy frías entre los grupos de la oposición, en puertas de que el consejero Pedro Azpiazu se reúna este miércoles con todos ellos, salvo Vox. Sobre el papel, EH Bildu afronta el diálogo con el Gobierno vasco dispuesta a un pacto de mínimos, y Elkarrekin Podemos-IU lo hace sin líneas rojas. Pero, en la práctica, estos dos grupos han escenificado este martes sus diferencias con el Ejecutivo. La coalición abertzale ha endurecido el tono y ha vuelto a acusarlo de incumplir la parte política de su acuerdo presupuestario del año pasado, que le ha dejado una “sensación agridulce”, como si tratara de proyectar que no fue un buen negocio.
Ambos grupos plantearon algunas demandas que el consejero ya había situado fuera del marco competencial del Gobierno y del Parlamento, como los cambios fiscales; y Podemos vinculó el diálogo presupuestario con el pacto educativo, algo que, si se tienen en cuenta las tensiones con este grupo en materia de enseñanza, podría dificultar un acuerdo. En cualquier caso, ambos grupos se limitaron a dar pinceladas muy genéricas de sus prioridades, y será este miércoles cuando hagan público su documento. Mientras tanto, PP+C’s insiste en que el Gobierno vasco debe garantizar un nivel de ejecución concreto. Sobrevuela la sombra de las elecciones municipales y forales de mayo, que podrían tensionar el clima y condicionarlo.
EH Bildu es crítica pero se abre a un "acuerdo de mínimos"
Azpiazu recibirá este miércoles a los tres grupos con voluntad de acuerdo, aunque le basta con la mayoría absoluta de PNV y PSE. Maddalen Iriarte y Nerea Kortajarena fueron las encargadas de adelantar la posición de EH Bildu en una rueda de prensa que comenzó con una catarata de reproches hacia Azpiazu.
Iriarte criticó que “se ha negado a hablar” antes de presentar los Presupuestos. Y lo volvió a acusar de incumplir la parte política del pacto aunque, al mismo tiempo, admitió que la parte económica se ha ejecutado con nuevas plazas para la atención primaria en Osakidetza y en cuestiones como la emancipación juvenil. ¿Qué es lo que no se cumple? EH Bildu señala la parte política, que hace referencia a impulsar un salario mínimo vasco y a limitar los precios de los alquileres privados, aunque son dos cuestiones que dependen de la legislación básica del Estado. El propio pacto presupuestario para 2022, por ejemplo, apuesta por tomar como referencia la percha de la legislación de vivienda estatal. “Ni lo ha cumplido, ni ha hecho ningún esfuerzo por cumplirlo”, lanzó Iriarte.
Insistió en exigir “medidas estructurales”. Nerea Kortajarena planteó “cinco o seis ejes”, como el “deterioro” de Osakidetza y los servicios públicos en general, el precio de la vivienda, la emancipación de la juventud, la crisis energética, la “grave situación del sector primario”, o la “pérdida de empresas estratégicas”. “Y, por supuesto, para poder financiar las medidas, también haremos una propuesta sobre fiscalidad”, recalcó. Según dijo, el debate fiscal está “abierto en todo el mundo”.
EH Bildu ha firmado un acuerdo presupuestario en Nafarroa que recoge compromisos fiscales, pero el Gobierno vasco defiende que el Ejecutivo foral tiene competencias en ese ámbito (en la CAV, la batuta la tienen las Juntas Generales), y que, de todos modos, en la comunidad autónoma vasca se han aprobado ya deflactaciones y bonificaciones. Bildu defendió que sus propuestas serán “razonables, factibles”, para alcanzar “acuerdos de mínimos”.
La portavoz de Elkarrekin Podemos-IU, Miren Gorrotxategi, en una anterior aparición pública
Elkarrekin Podemos-IU pide dotación para garantizar escuelas públicas
Por su parte, Miren Gorrotxategi compareció con Jon Hernández y David Soto, que formarán parte de la delegación de Elkarrekin Podemos-IU. Apostó por “ser proactivos e intentar negociar”, y matizó que no llevarán líneas rojas “en ningún ámbito, tampoco el fiscal”. En principio, no se cierra ninguna vía, pero el acuerdo podría ser complicado. En concreto, cree que la subida en las partidas de gasto no es suficiente para contrarrestar la inflación y, en un contexto de presión sindical, quiere aprovechar el tren de la negociación presupuestaria para acelerar algunos compromisos del pacto educativo. Pide una dotación económica para municipios en los que no existe oferta de escuela pública y donde las familias se ven abocadas a la concertada. Este grupo lleva semanas amagando con no apoyar la Ley Educativa y este martes esgrimió que las bases pactadas abogan por ampliar el perímetro de lo público, crear plazas o publificar centros.
Gorrotxategi niega que las Cuentas sean tan históricas por superar los 14.000 millones, porque el Presupuesto actualizado de 2022 se ha elevado ya hasta 14.345 frente a lo inicialmente previsto. Es habitual que se produzcan estos aumentos y en 2023 sucederá lo mismo porque las Cuentas son un elemento vivo. En 2022 crecieron las previsiones iniciales por los fondos europeos MRR, el Ingreso Mínimo Vital y la deuda.