Gipuzkoa

Eibar sigue siendo fiel a su ‘Amatxu’

Los dantzaris de Kezka encabezan la procesión por delante de los txitularis, autoridades y ciudadanos.

En bicicleta, en los autobuses habilitados para la ocasión, en vehículos particulares o a pie por el camino de los Pasos de la Virgen. Cada cual a su manera, cientos de eibartarras se desplazaron ayer hasta las campas de Arrate para disfrutar del día de la Virgen del mismo nombre, patrona de la ciudad.

Eibarreses disfrutando del día de ayer en Arrate.

El buen tiempo y el hecho de que este año el día de Arrate cayera en víspera de festivo hacían presagiar que la jornada de ayer sería más multitudinaria que nunca.

Los txistularis, con el santuario de Arrate al fondo.

Cierto es que hubo mucha gente en torno al santuario pero, al menos durante la mañana y el mediodía, la afluencia de público no fue tan grande como se esperaba. Por ello, quienes acudieron a disfrutar de la jornada festiva pudieron hacerlo sin grandes agobios. Basta señalar que al mediodía había varias mesas sin ocupar en la zona arbolada; algo raro porque en las ediciones previas a la pandemia lo habitual solía ser que el día de Arrate las zonas preparadas para almorzar y comer estuvieran ocupadas desde las primeras horas.

Sea como fuere, la jornada dedicada a la Amatxu de todas y todos los eibarreses volvió a discurrir en medio de un gran ambiente y por los mismos derroteros que solía antes de la irrupción del Covid-19.

Durante la primera mitad del día el protagonismo fue para la Misa Mayor, las danzas de la Virgen de Arrate, la procesión por el entorno del templo religioso y las actuaciones de trikitilaris y bertsolaris; mientras que por la tarde la atención recayó en un torneo de bolos, un campeonato de baile al suelto y una romería. La fiesta siguió por la noche con música en las txosnas. Hasta el año que viene. l

10/09/2022