La diputada de Gobernanza y portavoz foral, Eider Mendoza, se refirió ayer a la aparición el pasado fin de semana en Hondarribia de pegatinas en las que, junto a un casco de bombero, se reclamaba su dimisión y opinó que hay “líneas rojas que no se pueden superar”.
“Si alguien piensa que la presión y la intimidación pueden ser buenas herramientas está completamente equivocado”, advirtió Mendoza en la rueda de prensa habitual tras el Consejo de Gobierno.
La candidata jeltzale a diputada general rechazó así la aparición de estas pegatinas que, según denunció el PNV en un comunicado, habían sido colocadas tanto en el domicilio particular de Mendoza como en el centro escolar en el que estudia uno de sus hijos.
Estos hechos se producen tras las protestas organizadas con motivo del proceso selectivo que está llevando a cabo la Academia Vasca de Policía y Emergencias de Arkaute en la OPE conjunta de bomberos de Álava y Gipuzkoa.
Mendoza defendió el desarrollo de este proceso de empleo, aún sin culminar, que técnicamente ha ido “bien” y que es “homologable” al del resto de categorías. Aun reconociendo que entiende la “frustración” que puede generar prepararse para un puesto de trabajo para “toda la vida” y luego no obtenerlo, opinó que pedir que se anule un proceso que aún no ha finalizado supone una respuesta “totalmente desproporcionada”.
Además, explicó que, en este caso, por cada plaza se presentaban diez candidatos y defendió que “las reglas del juego son iguales para todos”.
El GBB denunció en su comunicado la persecución cobarde” a la que se están viendo sometidas Eider Mendoza y “su familia” con la aparición de dichas pegatinas y opinó que “las protestas son totalmente legítimas siempre que se realicen por vías democráticas y políticas”.