El 14,9% de la población navarra de 16 a 29 años vivía emancipada a final de 2021

“La creación de empleo entre la población joven de Navarra avanzó más rápidamente que en el conjunto del Estado, de manera que a finales de 2021 había más personas jóvenes trabajando que a finales de 2020 y de 2019 (antes de la pandemia de la covid-19). Sin embargo, la proporción de jóvenes emancipados en 2021 (14,9%) era prácticamente la misma que en 2020 (14,4%)”, si bien era 4,8 puntos porcentuales menos que la registrada al término de 2019 (19,7%). Así consta en el informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud Española (CJE), que se ha presentado este jueves y que recoge los datos del segundo semestre del año pasado.

Respecto a la situación de la Comunidad Foral, destaca que “un elemento fundamental fue que los cambios en la coyuntura laboral no alteraron los obstáculos estructurales que dificultaban la capacidad de las personas jóvenes para emprender sus proyectos residenciales independientes”.

Sobrecualificación en los puestos de trabajo

En este sentido, el informe señala que “en Navarra casi el 60% de la población joven asalariada tenía contratos temporales y, a su vez, era la comunidad donde más personas jóvenes con estudios superiores estaba sobrecualificada en su puesto de trabajo”.

En cuanto al mercado de la vivienda, el informe indica que “tampoco era más accesible” para este segmento de la población. De hecho, pone de relieve que “a diferencia de la mayoría de comunidades autónomas, en Navarra se produjo un incremento simultáneo de los precios de compra y alquiler de las viviendas libres, del 3,5% y del 4,60%, respectivamente”.

Datos estatales del estudio

En el conjunto del Estado, por su parte, el 15,6% de los jóvenes entre 16 y 29 años vivían emancipados a finales del pasado ejercicio, una cifra que supone un crecimiento del 0,7% con respecto a los datos con los que comenzó el año pasado (14,9%), pero más de tres puntos menos del porcentaje que se manejaba antes de la pandemia (18,7%).

A pesar de que la presidenta del Consejo de la Juventud Española, Elena Ruiz, ha celebrado este ligero crecimiento registrado en la segunda mitad del año pasado porque, a su juicio, supone la salida hacia la “recuperación” tras la covid-19, también ha señalado que lo hace desde “la cautela” porque hay que esperar, según ha explicado, hasta comprobar que se trata de una tendencia que va a más y no de un dato puntual.

Así, ha recordado que este aumento del 0,7% llega después de que en el primer semestre de 2021 se alcanzara la cifra más baja del siglo. Según recoge el informe, realizado por el sociólogo Joffre López, esta mejora se apoyó en “una intensa recuperación del empleo destruido a raíz de los confinamientos provocados por la pandemia” lo que, además, según ha apuntado, ha llevado a una caída semestral de la tasa de paro joven de 5,2 puntos, hasta alcanzar el 23,6%, el dato más bajo desde 2008.

Alerta de la precariedad laboral

Aún así, el Consejo alerta de la “precariedad” en la que, a su juicio, “se está cimentando” este crecimiento. El informe denuncia, así, que la mitad de las personas jóvenes con trabajo tenía un contrato temporal, situándose la tasa de temporalidad en 55,4%, el mismo nivel de 2019. Del mismo modo, el Observatorio advierte de que el 25,4% de los contratos de jóvenes están vinculados a la parcialidad y, de ellos, un 14,8% están relacionados con la parcialidad no deseada.

Respecto a la población joven inactiva, que constituye el 47,8%, según el estudio, se destaca que un 89,7% se encuentra en esta situación por estar estudiando, lo que supone la cifra más alta en este aspecto de toda la serie histórica. De este modo, los conocidos como ninis son, a finales de 2021, solo el 2,4% de la juventud inactiva en el Estado.

Del mismo modo, el CJE señala que los sisis, quienes estudian y trabajan de forma simultánea, han crecido hasta suponer el 32,5% de la población joven con empleo, que es un porcentaje seis puntos por encima que en el último trimestre de 2019.