El 15,7% de la población de Euskadi está en riesgo de pobreza o exclusión

El 15,7% de la población de Euskadi está en riesgo de pobreza o exclusión social, un porcentaje sensiblemente inferior al 26% del conjunto del Estado, según la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Ese porcentaje correspondiente a 2022 se fija con la tasa Arope que mide la pobreza no solo con los ingresos, sino que también incluye la privación material severa y la baja intensidad de empleo.

Los ingresos medios por persona ascendieron a 16.427 euros en Euskadi, la comunidad con este indicador más alto. De media en todo el Estado los ingresos se sitúan en 13.008 euros.

La población en riesgo exclusivamente de pobreza en Euskadi fue del 12,2 %, frente al 20,4 % del conjunto de todas las comunidades. Solo Nafarroa presenta una tasa menor, del 10,9 %.

Euskadi es la segunda comunidad con mejores datos en los otros indicadores menos en el número de hogares que no tienen capacidad para afrontar gastos imprevistos (18,7 %) que es el más bajo de todas las comunidades; en el conjunto del Estado es del 35,5 %.

El 3,9 % de los hogares vascos tienen mucha dificultad para llegar a final de mes (solo está por debajo La Rioja con el 3,3 %), menos de la mitad de la media nacional del 8,7 %, y el 7,2 % sufre retrasos en los pagos relacionados con la vivienda principal o en compras a plazos (solo peor que Cantabria, con el 5,3 %, pero muy por debajo de la media del 13,2 %).

Además, el 18,7 % de las familias vascas no pueden permitirse ir de vacaciones fuera de casa la menos una semana al año. En el conjunto del Estado este porcentaje sube hasta el 33,5 %.

En todo el Estado la población en riesgo de pobreza (que mide cuántas personas tienen ingresos bajos en relación al conjunto de la población) disminuyó del 21,7 % al 20,4 %, en tanto que el porcentaje de la población en situación de baja intensidad en el empleo pasó del 11,6 % al 8,6 %, que son los hogares en los que los miembros en edad de trabajar lo hicieron menos del 20 % del total de su potencial de trabajo durante ese año.

También se redujo seis décimas, del 8,3 % al 7,7 %, el porcentaje de personas en hogares con carencia material y social severa, la que sufren quienes no pueden permitirse comer carne o pescado cada dos días, calentar su casa de manera adecuada, afrontar gastos imprevistos, tener dos pares de zapatos en buenas condiciones o disponer de un automóvil.

La encuesta indica que en 2022 se encontraban en las tres situaciones un 1,5 % de la población, es decir, que estaban a la vez en situación de riesgo de pobreza, con carencia material y social severa, y con baja intensidad en el empleo.

El umbral de riesgo de pobreza para los hogares de una persona (calculado con los datos de ingresos de 2021) se situó en 10.088 euros, un 5,8 % más que el estimado en el año anterior. En hogares compuestos por dos adultos y dos menores de 14 años, dicho umbral fue de 21.185 euros.