Los chicos vascos de entre 15 y 19 años se alinean mayoritariamente con posiciones machistas que reproducen la masculinidad hegemónica tradicional, postura que se va reduciendo a medida que aumenta la edad y que es totalmente contraria entre las mujeres de todas las franjas de edad.
Estas conclusiones se recogen en el estudio 'La Caja de la Masculinidad en el País Vasco' elaborado por el Centro Reina Sofía de Fad Juventud, presentado este viernes en las jornadas sobre 'Estrategias para el trabajo con hombres y masculinidades en Euskadi' organizadas por Emakunde.
El informe, basado en los resultados de un cuestionario digital a 1.252 personas de entre 15 y 65 años, se centra en determinar el porcentaje de ciudadanos que están dentro de 'la caja de la masculinidad', un concepto que explica el grado de cercanía en relación con la visión más tradicional y conservadora de la masculinidad.
74 % de mujeres y 43 % de hombres no machistas
Con carácter general sólo el 4,5 % de la población vasca se sitúa dentro de esta caja, porcentaje superior entre los hombres (7 %) que entre las mujeres (2,2 %). Los ciudadanos vascos se posicionan mayoritariamente (58,4 %) fuera, de los cuales el 73,6 % son mujeres y un porcentaje mucho menor son hombres, el 43,2 %.
Al borde, lo que supone no mostrarse totalmente de acuerdo con la masculinidad hegemónica tradicional, pero tampoco incorporarse a una masculinidad igualitaria, se encuentra el 37,1 % de los vascos y por sexo están en este límite casi la mitad de los varones y una cuarta parte de las mujeres.
Los grupos de más edad son quienes menos se ajustan a la masculinidad hegemónica tradicional (solo el 1,6 % de la población de entre 50 y 59 años está dentro de esta caja) y son los hombres más jóvenes, los adolescentes de entre 15 y 19 años, los que reproducen posiciones más reaccionarias.
El 60 % de estos jóvenes se sitúan al borde, el 22,5 % de ellos están 'dentro de la caja' y solo el 17,5 % se reconocen fuera de ella, porcentaje que sube hasta el 59,5 % en el caso de las chicas.
Esta prevalencia de ideas machistas entre los varones más jóvenes se explica, según el estudio, por su vulnerabilidad en términos de empleo y condiciones socioeconómicas, lo que les hace adoptar "posturas nostálgicas de un pasado que naturaliza los roles de género" y responsabiliza al feminismo y a los avances en igualdad de sus malestares.
Otro de los factores es el contacto desde la infancia con las redes sociales, donde son frecuentes "los discursos de la 'machosfera'". Además, el informe señala que este grupo de edad es el que menos ha experimentado las discriminaciones sexistas, lo que les hace llevar a pensar que algunas políticas de igualdad son innecesarias.
Negación de la violencia machista
En general y en todas las franjas de edad los "militantes contra la igualdad", es decir, los hombres que están 'dentro de la caja' son menos felices que el resto, tienen más ideas suicidas, piden menos apoyos a su entorno, sienten más la presión social en todos los aspectos y se exponen a más violencia.
Estas posturas tienen, según el informe, claras consecuencias en las dinámicas de pareja y de violencia de género. El 43 % de los ciudadanos que están dentro de la caja creen que se debe saber dónde está tu pareja en todo momento y el 29,1 % ve normal mirarle el móvil.
De manera mayoritaria, el 57,4 % de los que abrazan la masculinidad tradicional niegan la violencia de género y dicen que es un "invento ideológico" y el 76,7 % señalan que "se ha perdido la presunción de inocencia de los hombres", al tiempo que consideran que si el maltrato es de "poca intensidad" no es un problema en el 17,7 % de los casos.
Masculinidad igualitaria
La ciudadanos que se quedan fuera de la caja y que por tanto se acercan a las masculinidades igualitarias son mayoritariamente mujeres. Los hombres que están en este lugar son los que han roto conscientemente con posiciones machistas y de roles de género, y reniegan de ellas.
Estos varones se reparten igualmente entre quienes se consideran feministas (43 %) y quienes no lo hacen (42,2 %). Entienden las relaciones de pareja de forma más independiente y tienen un posicionamiento claramente crítico hacia la violencia de género, que consideran un problema social muy grave en el 87,5 % de los casos.
Estos hombres tienden a experimentar mayores niveles de satisfacción y de bienestar socioemocional y están menos expuestos a situaciones violentas.
Mirada a futuro
El informe advierte de la desinformación que sigue existiendo sobre lo que es el feminismo y de los discursos que presentan la masculinidad hegemónica tradicional como una opción atractiva, en especial para los hombres jóvenes.
De cara al futuro, considera fundamental extender modelos de educación sexoafectiva que pongan de relieve el valor de la igualdad entre hombres y mujeres, y contextualicen las desigualdades estructurales de la sociedad patriarcal.
Para ello, plantea buscar estrategias para superar el "cansancio y el desinterés" que muestran los más jóvenes sobre este tema por opinar que los aspectos más graves de estas desigualdades ya no existen.
Apuesta por tanto por nuevas estrategias comunicativas que generen espacios de debate desjerarquizados, y sobre todo apunta la necesidad de abordar "los malestares masculinos que la cultura patriarcal genera" al "constreñir su libertad a expresar masculinidades diferentes".
En este sentido, defiende la importancia de dar respuesta a las inseguridades de los hombres y generar "comunidades de apoyo" que les alejen de los discursos y espacios que se generan desde la 'machosfera'.
"Si las estrategias se limitan a exponer las desigualdades estructurales entre hombres y mujeres y no evidencian la situación de precariedad y vulnerabilidad que afrontan también muchos hombres jóvenes y el modo en el que los mandatos de género les afectan, limitan y exigen, el resultado puede ser contraproducente", concluye el informe.