Vida y estilo

"El 25% de personas con un infarto corre el riesgo de padecer otro en tres años"

Martínez de Bourio asegura, desde el hospital de Basurto, que “la prevención es clave para tener menos boletos para un ataque al corazón”
Rafael Martínez de Bourio, cardiólogo del Hospital de Basurto. / Pankra Nieto

No sé si la gente es consciente de que las enfermedades cardiovasculares son la segunda causa de muerte en Euskadi.

Pues no creo la verdad. La palabra infarto siempre asusta, pero creo que el cáncer asusta más.

El cáncer está aumentando en edades tempranas, ¿los problemas de corazón también?

Son dolencias más habituales en gente mayor pero es cierto que el consumo de alimentos ultraprocesados, ó la obesidad a edades tempranas provoca que la enfermedad cardiovascular se adelante en el tiempo.

Emplea la palabra boletos para que nos toque un evento cardíaco.

Empleo la palabra boleto porque es bastante significativa porque todo el mundo sabe cómo funciona la lotería. Nos ayuda a entender que la enfermedad cardiovascular es una lotería porque cuantos más factores de riesgo tengamos, cuantos más boletos compremos, más fácil será que nos toque. Pero ninguna persona está libre de tener un infarto.

¿Cómo podemos deshacernos de esos boletos?

Eso lo que intentamos hacer en la rehabilitación cardíaca precisamente, una de las áreas donde trabajo. Tratamos de bajar la tensión arterial, el colesterol, tanto con medidas farmacológicas como con cambios en los hábitos de vida, que resulta fundamental. Es fundamental dejar ese estilo de vida que estamos importando de Estados Unidos con ultraprocesados, comida rápida, sedentarismo, etcétera y que provoca que las enfermedades cardiovasculares campen a sus anchas. Y sean cada vez más precoces y prevalentes.

Los problemas de corazón no se curan. Es mentira que limpiamos las coronarias. Nosotros ponemos parches

Más de un 15% de la sociedad vasca es hipertensa, un 12% tiene el colesterol alto. Una bomba de relojería. 

Desgraciadamente es así. Y uno debe ser consciente de que los factores de riesgo cardiovascular, la diabetes, el colesterol son los que al final pueden acabar matándote. Si vas a un supermercado, el 60% ó el 70% de los estantes de comida son ultra procesados, todos envasados. La mayoría, ricos en hidratos de carbono de rápida absorción, y encima a un precio súper asequible. Sin embargo, la comida sana, está carísima con lo cual hace que sea muy fácil el acceso a una dieta muy pobre.

Encima casi ni nos movemos. 

Tenemos una sociedad cada vez más sedentaria, vamos en monopatín eléctrico, subimos en ascensor, todos nuestros trabajos son sentados y intentamos buscar la comodidad... Son cosas que habría que cambiar.

Su servicio en el hospital de Basurto ha diseñado una aplicación destinada a pacientes que han sufrido un infarto reciente para controlar sus factores de riesgo.

Sí, junto a una firma de Mondragon, tenemos una aplicación que nos permite monitorizar desde casa a estos pacientes que vienen a la rehabilitación a intentar cambiar sus hábitos de vida, después de haber tenido un infarto. Pueden venir al gimnasio del hospital donde les hacemos ejercicios de forma vigilada. Pero lógicamente hay poco sitio y eso lo dejamos para personas que tienen el corazón muy dañado. Sin embargo, para los otros, con la aplicación podemos vigilar su tensión, las pulsaciones durante el ejercicio y podemos hacerles el seguimiento, y ajustar el ejercicio a los parámetros que vemos.

El 25% de personas con un infarto corre el riesgo de padecer otro en tres años

Ahora se habla de microinfartos como quitándole importancia. Pero ¿eso también mata verdad?

Hay infartos o no infartos. Luego dentro del infarto, lo habrá más pequeño o más grande. Al final las arterias coronarias son como carreteras, si te afecta a una carretera principal y más cercana a un núcleo urbano, tendrá mayor repercusión que si es una carretera de un pueblo pequeño. Esto es algo parecido en la función cardíaca. Sin embargo los dos te pueden matar. Al final lo que te mata principalmente en un infarto son las arritmias, tanto en una arteria grande como en una pequeña. 

¿Sufrir un infarto aumenta el riesgo de otro futuro?

El riesgo de un nuevo evento después de un infarto es de un 25%. Es decir, uno de cada cuatro que han padecido uno, en los primeros tres años va a tener otro infarto.

O sea que las enfermedades cardiovasculares tienden a empeorar.

Es que no se curan. Nosotros ponemos parches. Se dice ya me han limpiado la coronaria. No, mentira, el colesterol que queda en la coronaria, con los stends, o lo que sea, lo espachurramos contra la pared, lo colapsamos, pero ahí queda y la enfermedad está ahí detrás. Por eso el riesgo de que se vuelvan a estrechar las arterias aumenta mucho. Y por eso en nuestros pacientes el objetivo que tenemos de colesterol, tensión, o diabetes es mucho más ambicioso que en el de la población general. 

La enfermedad cardiovascular puede ser asintomática y hay que saber identificar las señales. ¿El dolor en el pecho es la más crítica?

La mayoría viene con un dolor en el pecho y entonces se les pilla facilísimo, pero hay otros donde los síntomas pueden ser más atípicos. A uno le duele el brazo, a otro, la tripa, a otro le duele la mandíbula, otro simplemente viene porque se fatiga... Y es cierto que las mujeres y los diabéticos son los más difíciles porque los síntomas atípicos son mayores.

Como cardiólogo, lo primero que haría para evitar un evento cardíaco sería dejar el tabaco

Las mujeres tienen diferente sintomatología en un ataque al corazón. 

Principalmente sienten un dolor opresivo, una sensación de presión en el pecho, que sobre todo se va hacia el brazo izquierdo o hacia la mandíbula. Eso nos tiene que hacer saltar todas las alarmas pero al no tener los síntomas típicos puede ser que se retrase el diagnóstico o incluso se vea a posteriori que sufrieron un infarto pero no lo consultaron.

¿Como cardiólogo qué cosa usted nunca jamás haría? 

Pues probablemente diría que fumar porque el tabaco es el único factor de riesgo que no depende de la genética, únicamente depende de la voluntad. Al final, la obesidad, el colesterol, la diabetes, etcétera... en mayor o menor medida depende de la predisposición genética, entonces va a ser mucho más complicado combatir contra eso. 

30/09/2024