A pesar de que fue la propuesta más votada por la Comisión Consultiva con los colectivos feministas, el 5 de noviembre se desvanece como posible festivo dedicado a la mujer, al menos el año que viene. La directora de Emakunde asume ya muy a su pesar que será difícil que esta jornada se incorpore en el calendario laboral de 2024 como recordatorio de las primeras elecciones en las que pudieron votar las vascas, en 1933.
La vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo, la socialista Idoia Mendia, sigue adelante con el procedimiento administrativo abierto por ella misma para que sea festivo el 8 de marzo, Día de la Mujer, con el argumento de que el proceso de consultas debería haberse saldado con una reflexión sobre los pros y contras de esa fecha, y no con una tormenta de ideas sobre otras diferentes; y que, en cualquier caso, iniciar otro proceso de consultas sobre esas fechas impediría cumplir los plazos y llegar con un calendario cerrado a este 30 de septiembre.
Fuentes de la consejería de Igualdad de la jeltzale Nerea Melgosa consultadas por este periódico no quieren alimentar ningún tipo de confrontación y se limitan a constatar que han realizado su trabajo, han convocado la Comisión Consultiva que preside la propia Melgosa y que reúne a los colectivos feministas, y han elegido el 5 de noviembre, con la intención de respetar el pronunciamiento del Parlamento Vasco del 2 de marzo, que abogaba por abrir un proceso de reflexión con Emakunde y los agentes sociales. Emakunde ha dejado caer este lunes que, si Mendia tenía en mente este problema de los plazos y veía imposible abrir un nuevo proceso con estas fechas alternativas, debería haber solicitado estas aportaciones con la suficiente antelación, antes de iniciar su proceso sobre el 8 de marzo. “Si se hubiera solicitado este trabajo antes de iniciar el proceso administrativo, quizá estaríamos ante otro escenario”, dijo Miren Elgarresta.
En el momento de abrir las alegaciones, Mendia presionó a las partes avisando de que, si no se optaba por el 8 de marzo, podrían ser festivos el día del padre (19 de marzo) o el patrón de España (25 de julio). La consejera de Trabajo tiene la competencia sobre el calendario laboral.
Desde el departamento de Mendia se remiten a la nota enviada la semana pasada, según la cual la vicelehendakari también cumple con el mandato parlamentario por haber escuchado las alegaciones. ¿Por qué no las atiende? Aseguran que Emakunde descarta valorar siquiera el 8 de marzo y entra en otras fechas “que no son objeto del proceso”. A pesar de focalizar la discrepancia en Emakunde, la fecha del 5 de noviembre ha salido de un proceso colegiado con la Comisión Consultiva que reúne a colectivos feministas.
¿Por qué no considera las fechas alternativas? El departamento de Mendia dice que Emakunde rechaza la fecha “sin argumentarlo” (se decía que la fecha puede disgregar y no aunar esfuerzos). Pero, además, añade que, si se propone una fecha alternativa, se debe incluir en el proceso administrativo, que no puede empezar más tarde de febrero.
Sin descartar el 8 de marzo
¿Esta negativa quiere decir que ya se ha tomado una decisión para que el año que viene sean festivos el día del padre o el patrón de España? No. Mendia no descarta el 8 de marzo. Sigue decidida a elevar su calendario a decreto en Consejo de Gobierno, donde insiste en que la decisión no sería unilateral, sino colegiada de todo el Ejecutivo. Emakunde ya pone la mirada en el futuro: “Ojalá el 5 de noviembre sea festivo en 2025”.
Idoia Mendia ha tratado de contrarrestar las dudas sobre el 8 de marzo como festivo limitando a 2024 la opción de pintar de rojo esta jornada en el calendario laboral, lo que supondría que esta jornada reivindicativa no se institucionalice. Emakunde recuerda que el 5-N fue una “decisión unánime” de la Comisión Consultiva, “con una puntuación incuestionable”, y afeó a Mendia que solicite alegaciones “cuando no se puede abrir un proceso nuevo con esta propuesta”.