Donostia – El ecosistema laboral, en permanente estado de cambio, ha conseguido con la implementación de las nuevas tecnologías y la facilidad para acceder al trabajo en remoto ofrecer a los/las profesionales incontables beneficios. Sin embargo la vía telemática también ha supuesto un notable perjuicio al no poder desconectar del trabajo.
Así, siete de cada diez profesionales no alcanzan la desconexión digital fuera de su horario habitual ni siquiera en verano. De hecho, el 62% de los trabajadores asegura responder llamadas, mensajes o correos electrónicos durante su periodo de descanso, un porcentaje por debajo de las cifras de 2022 y 2021, según recoge un informe de Infojobs. Respecto al año pasado, destaca el aumento de dos puntos porcentuales de la desconexión total en época de vacaciones (38%), aunque todavía hay un 25% de personas que se conecta “siempre que sea necesario”.
“Un año más, la desconexión digital sigue siendo una tarea pendiente en nuestro país, aunque parece que poco a poco el grado de concienciación es mayor entre los profesionales” señala Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs. “En plena era digital, desconectar de nuestras tareas laborales resulta complicado, pero hoy más que nunca las empresas deben apostar y velar por la desconexión digital, factor fundamental para garantizar la salud mental y la productividad”, añade Pérez.
Porque pensar en el trabajo pendiente, atender llamadas o mensajes de WhatsApp, o incluso conectarse a reuniones telemáticas, son algunas de las acciones que pueden derivar en estrés y limitar el descanso, algo esencial para el buen rendimiento posterior.
Huir de la hiperconexión, que provoca falta de memoria, capacidad resolutiva y atención, es un derecho imprescindible para neurólogos y psicólogos. “La desconexión es la única forma que tenemos de vencer el agotamiento producido por la rutina laboral y las obligaciones diarias, y, la famosa recarga de pilas es posible durante las vacaciones de verano. Liberar la carga de estrés nos ayuda a practicar la flexibilidad y nos ofrece tiempo para dedicar a esas cosas a las que renunciamos durante el año”, explica Carola Salgado, psicóloga.
Regulado por ley
No en vano, España es, precisamente, uno de los pocos países europeos que ha regulado el derecho a la desconexión digital mediante una Ley que establece que la empresa no debe comunicarse con el trabajador durante las vacaciones ni en los periodos de descanso. Por eso, los trabajadores no tienen la obligación de contestar llamadas o mensajes fuera de su horario de trabajo.
El derecho a la desconexión digital se regula en la Ley de Protección de Datos Personales y de garantía de los derechos digitales de 2018 y en el artículo 20 del Estatuto de los Trabajadores. Tras la pandemia, y con la irrupción de nuevos modelos laborales, se impulsó aún más con la Ley 10/2021 de teletrabajo y trabajo a distancia. A pesar de todos estos esfuerzos destinados a limitar el uso de las tecnologías y cumplir los periodos de descanso, todavía queda un amplio camino por recorrer en el ámbito laboral ya que los límites suelen ser difusos y no siempre es fácil llevarlo a la práctica.
“Las vacaciones son momentos que tenemos para salir de nuestra rutina habitual y por lo tanto descansar, disfrutar, recargar energías y cuidar de nuestro bienestar físico y emocional. Son conceptos alejados de la rutina de hiperconexión digital personal o profesional, por lo que establecer límites que nos hagan sentir cómodos es fundamental”, apunta Olga Zografou, directora de Recursos Humanos de Edenred.
¿Quién no desconecta?
Pero ¿cuál es el retrato robot de los trabajadores hiperconectados? Si se tuviese que personificar la falta de desconexión digital, los datos del estudio de InfoJobs dibujan el perfil de un hombre de entre 45 y 65 años, que lleva más de cinco años en la empresa y con un cargo de responsabilidad (dirección, gerencia o consejo de administración o cargo intermedio) y que teletrabaja.
En contraposición, el perfil del profesional que más consigue desconectar es el de una mujer joven (de 25 a 34 años), que cuenta con menos de un año en la empresa, tiene un cargo de empleada o especialista y trabaja de forma presencial.
Por lo general, los hombres desconectan menos que las mujeres durante el periodo vacacional, mientras que fuera del horario laboral hay menos diferencias ya que la conexión esporádica se mantiene en niveles similares entre ambos géneros. Sin embargo, respecto al año pasado, se aprecia un cambio de tendencia, ya que disminuye el porcentaje de hombres que se conectan siempre que sea necesario fuera del horario laboral (pasa de un 31% a un 25%) y en vacaciones (del 29% baja al 26%), y aumenta el de aquellos que nunca se conectan fuera del horario laboral (del 22% de 2022 crece hasta el 26%) y en vacaciones (sube del 34% al 36%).
Por género, las mujeres se sienten en mayor medida en la obligación de responder, mientras que la no desconexión en los hombres se debe más a las exigencias del propio puesto (39%). La mitad de la población ocupada de mayor edad también siente la obligación de responder, mientras que los jóvenes, a pesar de afirmar querer estar al día de todo, tienen menos apego a las comunicaciones de su empresa.
De nuevo, la menor desconexión está relacionada con una mayor antigüedad en la firma, aunque en comparación con el año pasado los cargos más altos bajan su porcentaje de conexión siempre que sea necesario, tanto fuera de horario laboral como en vacaciones. Quienes llevan más de cinco años son quienes más justifican la no desconexión. Asimismo, seis de cada diez personas que trabajan en la dirección de la empresa achacan los requerimientos del puesto como principal motivo, porcentaje que baja según se reduce el nivel de responsabilidad. l
Claves para desconectar
Sin pendientes
Tareas. La mejor forma para desconectar completamente es dejar el trabajo hecho y poder cerrar los asuntos pendientes. No resulta una tarea sencilla, pero permitirá disfrutar sin tener el estrés de las tareas pendientes.
Contactos
Informar. Antes de desconectar por completo, hay que informar a los contactos sobre el periodo en el que no se estará disponible. Así no habrá contratiempos y se maximizará el descanso.
Apagón
Estar ‘off’. Se puede apagar el móvil corporativo o desinstalar aplicaciones como el correo electrónico o plataformas de chats internos. Así es más sencillo evitar estar disponible.
Límite de uso
dispositivos. Hay que marcar unos límites de uso de los dispositivos. Decidir cuándo y cuánto se accederá al teléfono, tablet u ordenador.
No molestar
Silencio. Hay que aprovechar las funciones del móvil, como el modo “no molestar” o la configuración de silencio, para evitar la tentación de responder.