Ulma se desliga del Grupo Mondragon. El 80,52% de los socios de esta cooperativa con nueve negocios y sede en Oñati han decidido hoy en la asamblea extraordinaria celebrada en Donostia abandonar la alianza cooperativa tras 20 años de permanencia y después de unos meses en los que Ulma y Mondragon han cruzado reproches que han evidenciado el alejamiento entre sus órganos directivos que ha culminado con una votación entre los 2.789 socios de Ulma en la que se ha acordado la separación. Todas las cooperativas que integran el grupo se ha posicionado a favor de seguir la trayectoria en solitario.
Ulma ha informado en una nota de que sus socios son partidarios de sustituir su relación actual con la alianza cooperativa con sede en Arrasate por un nuevo modelo que recoge la ponencia que presentó junto con Orona, en la que se elimina la obligatoriedad de seguir las normas congresuales de Mondragon y las aportaciones a sus instrumentos financieros por la firma de un convenio que recoge los términos en los que se establecerá la colaboración. El Grupo Mondragon rechazó estudiar esta opción en su congreso al considerar que se presentó fuera de plazo, pero también que era un cambio de gran calado que cambiaba el modelo Mondragon y obligaba a abordar "la mayor revisión de cuantas se ha realizado en la historia del Congreso".
El acuerdo aprobado por el 80,52% de los socios de Ulma contempla darse de baja del Grupo Mondragon e "instruir al Consejo Rector del Grupo Ulma S. Coop. para que trate de promover colaboraciones futuras con Mondragon", además de elaborar las normas necesarias para que las aportaciones que hasta ahora se realizaban a los fondos gestionados por la alianza cooperativa "se puedan seguir destinando al desarrollo del movimiento cooperativo".
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En el comunicado remitido, el presidente de Ulma, Lander Diez de Gereñu, afirma que el futuro de la cooperativa está en manos de los socios, quienes con su votación de hoy han trasladado a los órganos de gobierno de las cooperativas de este grupo con sede en Oñati "un mandato claro". Añade que "somos parte del modelo de éxito que representa el movimiento cooperativo vasco" y, por este motivo, se compromete a la defensa de estos valores en el futuro que "vamos a apoyar siempre".
RELACIÓN CON EL GRUPO MONDRAGON
En lo relativo a la nueva relación con el Grupo Mondragon, Diez de Gereñu le traslada su "máxima disposición" para trabajar "de la mano en todas aquellas acciones que redunden en el beneficio del modelo de éxito que representamos todos".
En el origen de esta decisión se encuentra la negativa de los órganos de gobierno del Grupo Mondragon de estudiar en su Congreso de este año la propuesta presentada conjuntamente por Ulma y Orona en la que planteaban un nuevo marco relacional con la alianza cooperativa, que en esencia representa desligarse del cumplimiento de sus normas congresuales y establecer convenios de colaboración. Los nueve negocios que integran Ulma operan en sectores muy diferentes como el de maquinaria agrícola, la construcción, el embalaje o la electrónica emplean a 5.500 personas y el pasado año facturaron alrededor de 900 millones de euros, con una presencia en 81 países de todo el mundo.