El 84,9% de los vascos asegura no practicar ninguna una religión, mientras que el 15,1% restante declara seguir algún credo religioso. La cifra ha sido publicada en un análisis independiente tras examinar las respuestas relacionadas con el credo de los encuestados por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en sus últimos once barómetros. Catalunya, País Vasco y Galicia son las comunidades autónomas que menos practican una religión, mientras Melilla, Ceuta y Extremadura son los territorios con más practicantes.
La suma del 84,9% de no practicantes incluye a un 31,7% de católicos no practicantes, un 21,6% de ateos, un 15,8% de agnósticos, mientras que el 15,8% restante se declara indiferente o no creyente.
Por su parte, la inmensa mayoría de aquellos que sí practica activamente una religión se declara católico y asegura asistir a los ritos religiosos al menos una vez a la semana. El porcentaje de personas que asisten varias veces al mes o al año en Euskadi es de 39,2%, mientras el 13,1% restante dice no acudir nunca.
El desglose total de los datos de asistencia refleja que diez de cada cien van varias veces a la semana, un 36,9% lo hace todos los domingos y festivos, dos o tres veces al mes acuden el 15,5%. Afirman que van varias veces al año el 23,7%, casi nunca comprende al 6,1% de encuestados y nunca al 7%.
Los ateos se triplican
De los datos estadísticos también se extrae que los jóvenes son, en general, cada vez menos religiosos. El 13,6% de los jóvenes entre 18 y 29 años y el 12,9% entre 30 y 39 años practican una religión. Y esta cifra crece progresivamente en los rangos de edad posteriores hasta alcanzar un 37,7% de practicantes a partir de los 70 años.
El número de ateos, por ejemplo, se ha triplicado en las últimas décadas. Solo el 8% de los mayores de 70 años se considera ateo, mientras que entre los jóvenes entre 18 y 29 años esta cifra es del 25,6%. También ha crecido la de agnósticos.
Por otro lado, de los datos del análisis se desprende que las mujeres son más practicantes que los hombres, con un 23,2% de ellas frente a un 16,1% de ellos.
Además, el porcentaje de practicantes entre las personas con una nacionalidad distinta a la española es mayor (29,7%) que entre las que únicamente tienen la nacionalidad española (19,2%).
Asimismo, según se desprende del análisis, las personas solteras, divorciadas o separadas son menos creyentes y practicantes que aquellas con un estado civil de casado o viudo.