Inmersos en la primavera y a punto de arrancar la temporada de la BBC, es decir, bodas, bautizos y comuniones, Euskadi destaca por ser la segunda comunidad autónoma por debajo de Catalunya que tiene una predilección mayor por los matrimonios civiles. Según los datos del reciente estudio Matrimonios en España, realizado por la escuela de negocios TBS Education-Barcelona, en la CAV las bodas civiles se han incrementado hasta un 90% y las religiosas han disminuido hasta un 10%, en un porcentaje similar al que registran los enlaces en Gipuzkoa.
218 bodas religiosas
En concreto, se han celebrado en el territorio un total de 218 bodas religiosas durante el último año –entre julio de 2022 y el mismo mes de 2023–, muy por debajo de los 2.696 enlaces civiles, según los datos recogidos por el Instituto Vasco de Estadística, Eustat.
Como curiosidad, por primera vez desde 2017 Gipuzkoa ha rebasado las 2.600 bodas. En 2022 un total de 2.657 personas contrajeron matrimonio en el territorio, frente a las 2.206 de 2021. Alrededor del 90% fueron enlaces lejos del altar.
Son cifras que contrastan con los porcentajes de 2013, año en el que las bodas civiles representaban un 76% del total y las religiosas un 24%. Se trata de una tendencia que se mantiene en Gipuzkoa durante el tercer trimestre de 2023, con 689 enlaces civiles y 84 religiosos.
Cifras que colocan al territorio lejos de las 578 bodas canónicas de 2014. Ocho años después, apenas 229 parejas se dieron el “sí, quiero” en la iglesia. Por contra, 2.428 se casaron por la vía civil en Gipuzkoa. Es una cifra que en el territorio viene aumentando desde, al menos, 2014.
Cifras estables en el estado
A diferencia de otras comunidades, que han mantenido unas cifras más estables, Euskadi ha dado un salto más pronunciado, aumentando en 14 puntos porcentuales el total de matrimonios civiles a lo largo de la década estudiada.
Si comparamos las cifras actuales con las de otras comunidades autónomas, como por ejemplo, Castilla-La Mancha, donde el 28% de las bodas son religiosas y el 72% civiles, vemos que Euskadi sobresale por una diferencia porcentual todavía más acentuada que la de otras comunidades.
Cabe destacar que, aunque con ritmos distintos, todas las comunidades han experimentado una transformación que denota cada vez más una tendencia creciente hacia el matrimonio civil. Si miramos la media de todo el Estado, a día de hoy las bodas de carácter civil representan un 81% mientras que las religiosas suponen un 19%, lo que sitúa a Euskadi por encima de la media.
¿A qué se deben las diferencias?
Aunque en general, la tendencia apunta hacia un decrecimiento de las bodas religiosas, ¿Qué explica que las distinciones hayan sido tan variadas en función del territorio? Edgar Sánchez, profesor colaborador de TBS Education-Barcelona y experto en el Comportamiento del Consumidor y Neuromarketing, ha investigado si el tipo de casamiento tiene que ver con el PIB per cápita y ha concluido que, en un 47% de las comunidades autónomas, la correlación es alta. Esto significa que “aparentemente, si las personas tienen más ingresos, se casan más por el rito civil, aunque debemos tomar esta conclusión con cautela, ya que el PIB no es un indicador genuino de los ingresos”, apunta Sánchez.
Ratio bajo de casamientos
Además ahora hay menos enlaces que antes. Según el estudio, el Estado tiene una de las ratios de casamientos más bajas de toda la Unión Europea. De hecho, los últimos datos demuestran que, en la última década, en el Estado ha habido un promedio de 3,3 bodas por cada mil habitantes, mientras que la media europea se ha situado en los 4,1. Por contra, países como Alemania siempre han mantenido una ratio superior a la media, llegando incluso a los 5,4 casamientos por cada mil habitantes, tal y como pasó en el año 2018.
Y es que en paralelo al retraso de la maternidad, las parejas se casan ahora más tarde. Según explica este experto, “aunque los matrimonios están en auge, las ratios son bajas debido al descenso de la población”.
En este sentido, a nivel estatal aún no se ha alcanzado el número de casamientos que había antes de que irrumpiera el covid-19, en 2020. Los resultados de este estudio demuestran que, mientras que la ratio de casamientos en el Estado es actualmente de 3,1 por cada 1.000 habitantes, en 2020 era de 1,9. Sin embargo, la tendencia general desciende, ya que todavía no se ha alcanzado el ritmo previo a la pandemia ya que en 2019 la ratio era de 3,5.
Datos de seis países
Esta investigación, que fue asistida por inteligencia artificial supervisada, ha recogido y comparado los datos de seis países –Alemania, España, Francia, Grecia, Italia y Portugal– durante el periodo comprendido entre 2013 y 2022, y ha concluido también que los ciudadanos del Estado español son los que se casan a una edad más avanzada. Las mujeres lo hacen en promedio a los 33,4 años y los hombres a los 35,6, cifras que contrastan con las de Grecia, por ejemplo, donde las mujeres se casan con una media de 30,3 años y los hombres a los 33,2.
En general, ellas se casan con parejas más mayores. El promedio de edad del primer matrimonio de las europeas está en los 31,8, mientras que el de los europeos está en los 34,2. A juicio de Edgar Sánchez, ello revela que “los resultados de este estudio son un reflejo más de las tendencias demográficas y sociales del continente y permiten ahondar en las particularidades culturales, económicas y sociales”.