7.000 pamploneses utilizan a diario este medio de transporte y en 2021 su vertiginosa irrupción provocó 252 denuncias y 40 accidentes que las sucesivas y recientes normativas quieren rebajar
Han subido como la espuma y no van a parar de crecer. Los patinetes eléctricos se han convertido en un actor más de la movilidad urbana porque evitan los atascos, eliminan los problemas de aparcamiento y son un medio de transporte ecológico que no emplea gasoil, que sigue por las nubes. Sin embargo, su proliferación –7.000 personas utilizan el patinete eléctrico en Pamplona y la Comarca, según la Asociación de Movilidad Personal y Ecológica de Navarra (AMPEN)– ha provocado problemas de seguridad vial y convivencia entre los diferentes agentes de circulación que las autoridades quieren atajar con normativas que determinan su uso. En cuestión de dos meses, la DGT ha publicado el Manual de características de los vehículos de movilidad personal (VMP), la nueva Ley de Tráfico regula por primera vez a este medio de transporte a lo hay que sumar la Ordenanza de Movilidad de Pamplona de 2019. Todo un quebradero de cabeza que se soluciona con el abecé de los patinetes eléctricos.
¿Por dónde circular?
Las aceras están prohibidas o multa de 200 euros
La nueva Ley de Tráfico, que entró en vigor hace dos semanas, prohíbe que los patinetes eléctricos circulen por autopistas, autovías, carreteras, travesías y aceras, que quedan reservadas para los peatones. "Por muy despacio que vayas, es peligroso porque entre el patinete y tu cuerpo puedes chocar con 100 o 150 kilos. Además, te arriesgas a una multa de 200 euros", comenta Javier Redondo, presidente de AMPEN.
Por lo tanto, solo pueden transitar por carriles bicis protegidos y las calzadas urbanas, que comparten con vehículos a motor. "No lo vemos un peligro. Al revés, porque en un VMP, al ser tan pequeño, tienes mucho campo de visión y reacción. El único problema es que los coches no nos quieren en la carretera. Algunos conductores bajan la ventanilla, te dicen que no eres un vehículo y que debes ir por la acera porque no pagas un impuesto de circulación. No pagamos porque no contaminamos", opina Javier. Según el presidente de AMPEN, estas actitudes incívicas se deben al desconocimiento: "Es un rechazo a una realidad aún desconocida", ahonda.
El caso de Pamplona
Solo por vías de 30 km/h
Además, en el caso de Pamplona, la Ordenanza de Movilidad municipal relega a los patinetes a las vías 30. Como consecuencia, si un usuario quiere atravesar legalmente la avenida de la Baja Navarra, lo debe hacer andando. "Te cortan completamente los recorridos. Imagínate que vives en Iturrama y trabajas en La Morea. Puedes circular por las calles de Iturrama y Milagrosa, pero no puedes llegar al centro comercial porque no existe un carril bici y no es una vía 30", lamenta.
Esta normativa, reconoce, fuerza a cometer pequeñas infracciones. "Siempre tienes que cruzar alguna calle 50 y, a veces, te la juegas. Es como si vas por una carretera secundaria y para cruzar un trozo de vía principal, te tienes que bajar del coche, empujar y seguir conduciendo", compara. Por ello, reclaman poder circular, como en otras ciudades, por todas las vías urbanas. "Nos deben incluir, no excluir", incide.
Medidas de seguridad
Motores de 1.000 vatios
El manual de características de los VMP, aprobado en enero, recoge los aspectos técnicos que los patinetes eléctricos deben cumplir: velocidad máxima de 25 km/h, de una sola plaza, sin asiento, dos frenos independientes, luces –laterales, traseras, delanteras y de freno–, avisadores acústicos y motores de máximo 1.000 vatios de potencia.
Esta limitación no ha gustado ni a los usuarios ni a la Asociación de Movilidad Personal y Ecológica. "Potencia no es sinónimo de velocidad. Tú puedes tener un coche de 3.000 caballos, pero ir a 120 km/h. Tener más potencia da seguridad y capacidad para poder acelerar y subir una cuesta. Con 1.000 vatios, un adulto de 80 kilos va a ir a 10,12 km/h por Beloso o Mendillorri y es un peligro porque el coche que viene por detrás te pasa a 20km/h de diferencia y es un golpe fuerte", asegura Javier.
Las administraciones también han introducido medidas de seguridad: casco obligatorio, nada de auriculares y teléfonos móviles, chaleco reflectante entre la puesta y la salida del sol, pasar los pasos de cebra, si no hay carril bici, andando y edad mínima de 14 años para utilizar un patinete eléctrico.
252 denuncias en 2021
Un 25% más de accidentes
La proliferación de este medio de transporte ha provocado un aumento tanto de las denuncias a conductores de patinetes eléctricos como de accidentes con estos vehículos implicados.
Según datos de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Pamplona, en 2021, las denuncias a conductores de VMP ascendieron a 252, mientras que en 2019 se registraron 72. La mayoría de infracciones, comenta el concejal del área, Javier Labairu, fueron por circular por las aceras, no llevar casco e ir con los auriculares puestos. Todas ellas están sancionadas con una multa de 200 euros. Además, durante estos tres meses de 2022, las denuncias por etilometrías positivas, 500 euros, van al alza. "Casi todos los fines de semana existe una o dos", informa Labairu.
También se han incrementado los siniestros de VMP. En 2021, 40 patinetes eléctricos estuvieron implicados en un accidente, mientras que en 2019 –en 2020 hubo restricciones a la movilidad y la estadística no rejleja la realidad– fueron 31, un 25% menos.