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El abrazo del Sol y la Luna

El eclipse parcial de Sol que cruzó este sábado la Península Ibérica atrajo la atención de miles de personas, quienes quedaron fascinados por las imágenes del astro rey parcialmente oscurecido por la Luna
Una vista del eclipse parcial del sol visto desde A Coruña.
Una vista del eclipse parcial del sol visto desde A Coruña. / EP

El cielo se convirtió este sábado en un escenario lleno de misterio y fascinación cuando el Sol fue suavemente ‘mordido’ por la Luna, en un eclipse parcial que acaparó miradas y cautivó tanto a aficionados a la astronomía como a simples curiosos. Durante más de tres horas y media, miles de personas en todo el Estado se agruparon en parques, plazas, jardines y observatorios para vivir este fenómeno astronómico único. Un evento que, más allá de su dimensión científica, conectó a la humanidad con el cosmos, uniendo sus corazones bajo un cielo que, por un breve momento, pareció suspenderse el tiempo.

Desde las primeras luces del día, los telescopios apuntaron hacia el cielo y las gafas especiales se convirtieron en la herramienta imprescindible para aquellos que se aventuraron a ver el eclipse. A las 9:15 en Canarias, los primeros rayos solares comenzaron a ser parcialmente cubiertos por la sombra lunar. Desde el Observatorio del Teide, en Tenerife, bajo un cielo sin nubes, se pudo ver cómo la Luna cubría el 22% del disco solar.

A lo largo de la mañana, las sombras de la Luna fueron avanzando lentamente. A las 10:39, el eclipse alcanzó la Península, comenzando en las costas de Huelva y Cádiz. Allí, cientos de personas levantaron la vista con emoción contenida, mientras el sol mostraba un “mordisco lunar” que no dejaba de fascinar. El eclipse logró su mayor esplendor cerca del mediodía, alrededor de las 11:40 horas, cuando el 40% del Sol desapareció en algunos puntos de Galicia, mientras que en el resto del Estado la intensidad varió entre el 20% y el 30%.

Vista del eclipse desde Barcelona.

Vista del eclipse desde Barcelona. EP

Las actividades astronómicas se multiplicaron. En Teruel, por ejemplo, la plaza de San Juan se transformó en un punto de encuentro para los entusiastas de la astronomía, que se agruparon alrededor de los telescopios proporcionados por el Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón (CEFCA). Entre los muchos actos que se celebraron en esa comunidad autónoma, destaca la del Observatorio Ramón María Aller, en Santiago de Compostela, que ofreció una visión única de las diferentes fases del eclipse, atrayendo a los más pequeños que, con los ojos bien abiertos, presenciaron un espectáculo que no todos tendrán la oportunidad de vivir nuevamente.

Por su parte, el Planetario de Madrid, con el césped lleno de visitantes, también ofreció la posibilidad de disfrutar en vivo del eclipse, mientras que el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y el Parque Astronómico del Montsec en Lleida realizaron actividades de divulgación científica durante la jornada.

Euskal Herria vio el eclipse

En Euskal Herria, el fenómeno no fue menos emotivo. A pesar de que las condiciones climáticas no eran las mejores por la presencia de nubes y de lluvias intermitentes en algunas zonas del territorio, el Sol logró asomar de vez en cuando en el cielo, ofreciendo a cientos de personas la oportunidad de disfrutar del eclipse parcial, sobre todo en momentos clave, cuando la cobertura lunar alcanzó su punto más álgido.

El fenómeno tocó a su fin en Gipuzkoa hacia las 12:41 horas. La luz natural fue perdiendo intensidad, dando paso a una atmósfera especial que despertó el asombro de quienes se encontraban bajo ese cielo parcialmente nublado.

Unas personas graban el eclipse en Gasteiz.

Unas personas graban el eclipse en Gasteiz. Pilar Barco

El eclipse también pudo verse desde el norte del Océano Atlántico, parte del Ártico, el noroeste de África, la mayor parte de Europa, el extremo oriental de América, el noroeste de Rusia y Groenlandia. El máximo absoluto se produjo a las 11:47 horas cerca de Canadá, con una magnitud de 0,933, lo que supone que el 93 % del diámetro solar quedó oculto por la Luna.

El eclipse de ayer se completará este año con otro total de Luna, que será visible en gran parte del mundo, el próximo 7 de septiembre, y otro parcial de Sol, el 21 del mismo mes, que podrá seguirse en el Pacífico y la Antártida.

Todo ello será el aperitivo de lo que está por venir en los próximos años, cuando se producirá una serie histórica de eclipses. Desde la Península Ibérica se podrán contemplar dos eclipses solares totales: el 12 de agosto de 2026, el primero desde 1905, y el 2 de agosto de 2027, en el sur de Andalucía. Además, habrá un eclipse anular el 26 de enero de 2028, algo que no se repetirá hasta 2101.

2025-03-31T07:02:04+02:00
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