Vida y estilo

El abuelo neandertal que convivió con sus nietos sin conocerlos e ignorado por ellos

Un linaje desconocido hasta ahora, del 'Homo neanthertalensis' sobrevivió 50.000 años y coexistió a sus hermanos de especie paro sin mantener contacto
Un 'Homo neandertalensis'. / Freepik

Los estudios sobre los neandertales apuntaban a que, en el momento de la extinción de la especie, solo existiría una población genéticamente homogénea. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Cell Genomics apunta a que habría al menos dos poblaciones diferentes en ese momento.

Thorin, el diferente

Lo han descubierto a partir del análisis del genoma de Thorin, un neandertal hallado en un sistema de cuevas en el valle del Ródano, cerca de la frontera francesa con Italia. Este individuo representa un linaje antiguo y no descrito previamente que divergió de los neandertales conocidos hasta ahora hace unos 100.000 años y permaneció genéticamente aislado durante más de 50.000 años.

“Estos 50 milenios de aislamiento entre poblaciones son fascinantes y no se parecen a nada de lo que conocemos por la historia, la arqueología o la antropología cultural en las poblaciones de los sapiens. Probablemente estamos ante las particularidades etológicas del neandertal, una manera muy diferente de ser humano y de pensar el mundo”, dice a SINC el arqueólogo y antropólogo Slimak Ludovic, coautor del trabajo, descubridor de Thorin e investigador en Centro Nacional para la Investigación Científica de la Universidad Toulouse III (Francia).

Recreación de in hombre de Neandertal en el alemán Neanthjertal Museum, en Alemania. Neanderthal Museum

El análisis genómico indica que este individuo vivió en una comunidad pequeña y aislada, sin intercambiar genes con otros grupos. Por lo tanto, coexistieron dos poblaciones diferentes de neandertales, a unos diez días de camino la una de la otra, y que se ignoraron por completo. “Esto sería inimaginable para un sapiens”, asegura el científico.

Algo único, por ahora

Los restos fosilizados de Thorin se descubrieron en 2015 en la Grotte Mandrin, un sistema de cuevas que también albergó a los primeros Homo sapiens, aunque no al mismo tiempo.

“Es muy posible que hubiera otras poblaciones estrechamente relacionadas con Thorin durante ese tiempo y de las que hoy no tenemos datos”, declara a SINC el coautor Martin Sikora, investigador de la Universidad de Copenhague (Dinamarca).

Para el científico, la zona más interesante para estudiar y resolver estas cuestiones estaría en el suroeste de Europa, es decir, el sur de Francia y la península Ibérica. “Sería fascinante comprobar si la población de Thorin formaba parte de una metapoblación más amplia”, apunta Sikora.

Neandertal tardío

Debido a la ubicación de Thorin dentro del sedimento de la cueva, los arqueólogos del equipo sospecharon que vivió hace entre 40.000 y 45.000 años, lo que lo convierte en un neandertal tardío. Para determinar su edad y sus relaciones con otros neandertales, extrajeron ADN de sus dientes y mandíbula y compararon la secuencia completa de su genoma con el de otros neandertales analizados antes.

Cueva Mandrin en la cuenca del río Ródano. Thilo Parg

Y sorpresa. El de este neandertal era mucho más antiguo que la estimación de edad arqueológica y muy distinto del de sus contemporáneos. Se parecía mucho más al de los que vivieron hace más de 100.000 años.

“Trabajamos durante siete años para averiguar quién estaba equivocado: arqueólogos o genetistas”, afirma Ludovic. En comparación con los genomas neandertales ya secuenciados, el de Thorin se parecía más a un individuo hallado en Gibraltar, y Slimak especula que la población podría haber emigrado desde allí.

¿Cómo eran sus costumbres?

La gran pregunta ahora se centra en las tradiciones y culturas de estos neandertales. ¿Son idénticos sus modos tanto en el valle del Ródano como en Gibraltar? ¿Estamos ante una población biológicamente idéntica con los mismos comportamientos?

“Para profundizar en el conocimiento de la población neandertal serían interesantes estudios cruzados entre la cueva Mandrin y Gibraltar. Un cruce de datos permitiría abrir campos extraordinarios en términos de conocimiento y comprensión de los rasgos culturales de estas lejanas poblaciones, cuya extinción representa el mayor enigma de la historia de la humanidad”, enfatiza Sikora.

“Solo podemos especular sobre las razones del aislamiento genético. Parece que estaban organizados en comunidades más pequeñas. Tal vez las capacidades lingüísticas y culturales o las barreras desempeñaron un papel, pero son suposiciones”, concluye Ludovic.

19/10/2024