El acuerdo en el Metal de Bizkaia eleva al 54% los trabajadores vascos con convenio

Luz verde a un nuevo convenio colectivo en la siderurgia de Bizkaia, el sector que concentra la mayor fuerza laboral en Euskadi y que renueva sus condiciones laborales para el periodo 2022-2025. Los afiliados de CCOO, LAB y UGT votaron ayer miércoles en sus respectivas asambleas a favor de la propuesta de mediación del Gobierno vasco y despejaron el camino para su aprobación, a pesar de que ELA no se pronunciará hasta la próxima semana y se mostró también ayer martes muy crítico con el planteamiento.

El sí de los otros tres sindicatos elimina el principal obstáculo en la negociación colectiva en la CAV. Al mismo tiempo eleva hasta el 54% el porcentaje de trabajadores que tienen sus convenios vigentes.

Todo ello después de 11 jornadas de huelga y varios meses de tensiones. La labor de bisagra del Departamento de Empleo ha sido clave para abrir la puerta al acuerdo. Tras dos reuniones con el arbitraje de la administración, las centrales que representan a la mayoría del sector decidieron el lunes presentar a sus bases para su votación el último documento presentado por el Gobierno.

En la dialéctica y actividad sindical, hablar de “avances” y llamar a los afiliados a votar conlleva por lo general la aprobación de la propuesta. De modo que todo apuntaba a una resolución del gran conflicto laboral de Euskadi. También se daba por descontando que ELA mantendría su estrategia de llevar al límite la negociación y dejar después que sean otros los sindicatos que firmen el convenio.

En este caso, el sindicato con mayor representación, que no mayoritario, ha participado activamente también en el proceso de mediación y anunciará el próximo martes su decisión al respecto tras someterlo también a la votación de sus afiliados en el Metal. Partiendo de la premisa eso sí de que las “mejoras” introducidas las últimas semanas le parece “insuficientes”.

“Los contenidos no han cambiado; lo único que ha cambiado es que ha habido una escenificación” con el arbitraje del Gobierno vasco, aseguró ELA en un comunicado enviado poco antes de que se conociera el resultado de la votación de las otras centrales sindicales. En cualquier caso, el resto de agentes sociales no van a esperar la decisión de ELA y se reunirán el próximo viernes para firmar un preacuerdo.

El convenio

La Federación Vizcaína de Empresas del Metal, CCOO, LAB y UGT estamparán su firma en un convenio que contempla una subida del 15% en los cuatro años de duración del convenio, con cláusula de revisión de IPC, subrogación para personal de instalaciones y mantenimientos de líneas telefónicas y fibra óptica e inicio de permisos y licencias en día laborable y el disfrute a lo que marque la jurisprudencia, recordaron las tres centrales sindicales firmantes.

Además, también incluye mejoras hasta los 28.000 euros en los seguros de incapacidad y muerte por accidente, inclusión de personas LGTBI+ en protocolos de acoso y ocho horas de libre disposición, cuatro de ellas de carácter no recuperable.

Aunque se daba por hecho hasta cierto punto el apoyo de la patronal al documento presentado por el Gobierno vasco, los órganos de gobierno de FVEM también ratificaron ayer el planteamiento.

Según informó la patronal vasca en un comunicado, asumir las condiciones del convenio supone un “importante esfuerzo” por parte de las empresas, que “se acepta desde una perspectiva comprometida con el futuro, con la industria y con las personas que trabajan en el sector”.

En este sentido, la FVEM espera que este último avance también sea validado por la mayoría sindical y posibilite la firma de un convenio que “traiga la estabilidad que el sector industrial necesita”.

Impulso a la negociación

Pese a contar con el previsible rechazo de ELA, el convenio es de eficacia general y afectará a unos 54.000 trabajadores que hasta ahora estaban pendientes de renovar sus condiciones laborales. En esa situación se encontraban hasta ahora, según el último informe del Consejo de Relaciones Laborales vasco, hecho público el martes, un total de 286.721 asalariados de la CAV.

En porcentaje, suponían un 47,4% del total de la fuerza laboral de la comunidad autónoma, a los que había que sumar los 43.752 empleados (7,2%) que tienen sus convenios decaídos. Es decir, estaban en situación irregular más de la mitad de los trabajadores vascos.

Cuando se formalice el acuerdo en el metal vizcaino, más del 54% de los asalariados de la CAV tendrá su convenio en vigor, frente al 45,4% de finales del año pasado. La negociación colectiva recibe así un gran impulso que refuerza la dinámica positiva de los últimos doce meses.

En enero de 2022, solo un 26,8% de los trabajadores vascos tenía convenio en vigor. Sin embargo, a partir de abril y sobre todo tras el verano, sindicatos y patronales han acelerado en la búsqueda de espacios de acuerdo. Y lo han hecho además en un contexto complejo, marcado por las tensiones inflacionistas y las demandas de subidas salariales ajustadas a la evolución de los precios. La fórmula por la que se ha apostado coincide también en el caso del metal: firmar convenios de larga duración que reparten el IPC en varios ejercicios.