El acusado por los delitos de abusos sexuales a dos menores de 16 años con discapacidad intelectual, exhibicionismo y elaboración de material pornográfico ha declarado ante el juez que “nunca” realizó tocamientos ni mantuvo relaciones sexuales con ninguna de las dos jóvenes y que con ambas vivió “una fantasía” consentida. Así se desprende de la declaración del procesado, A.A., durante el juicio celebrado en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra por la comisión de estos delitos contra dos chicas que conoció en 2016 cuando trabajaba en una gasolinera de la Comarca de Pamplona, una de ellas con una discapacidad intelectual reconocida del 49 % y la otra del 35 %. El acusado ha asegurado que nunca realizó a ninguna de las dos chicas tocamientos, que no mantuvieron relaciones sexuales completas y que tampoco se masturbó en presencia de ellas.
Ha defendido también que jamás ha realizado tocamientos en los pechos a ambas chicas cuando se encontraba entre ellas en el interior del coche y que tampoco hizo otros actos sexuales con ellas.
Según ha indicado con ambas chicas las relaciones más íntimas se limitaron al envío de mensajes de carácter sexual con fotos y vídeos tratándose de “un juego” y “una fantasía que consistía en el envío de mensajes” e imágenes.
"Fue algo consentido y ellas se encapricharon de mi"
En este sentido ha reconocido que hubo envío de fotos y vídeos con actitud sexual con las jóvenes asegurando que en ambos casos “fue algo mutuo” y “consentido” que se pedían ambas partes.
“Las relaciones eran fluidas, amigables y en ningún momento he notado ninguna negación tajante”, ha asegurado considerando que “hubo un enamoramiento por parte de las dos”.
También ha reconocido que con la primera joven que conoció es posible que realizase una videollamada mientras que con su amiga hacía “bastantes” iniciadas prácticamente en su totalidad por ella y en las ha asegurado que nunca le exigió que se tocase haciéndolo en alguna ocasión “porque ella lo quería”.
Ha sostenido durante su declaración que no sabía la edad que tenían ambas chicas y que jamás se le ocurrió preguntarlo deduciendo con las conversaciones que escuchó que tendrían entre 17 y 19 años porque “hablaban de temas de autoescuela y universidad”. Del mismo modo ha manifestado que no se percató de que pudiesen tener ninguna discapacidad.
En referencia a las declaraciones de la primera joven respecto a que mantuvieron relaciones sexuales en la caseta de un polígono ha referido que estas “jamás” se produjeron, que fueron a este polígono “simplemente a dar un paseo”, “hablar” y “salir del entorno de la gasolinera” y que él nunca ha estado en dicha caseta.
Ha señalado que fue la primera chica que conoció la que le pidió a él su número de teléfono comenzando a llamarse y a enviarse mensajes. En el caso de su amiga ha asegurado que fue la primera joven la que facilitó a su amiga el número de él.
Del mismo modo ha asegurado que en la gasolinera “era un continuo ir a buscarme” ya que ellas “sabían cuándo iba a entrar y merodeaban por la parte trasera de la gasolinera” para esperarle y en varias ocasiones se subieron al coche cuando aparcaba y ahí permanecía hablando unos minutos hasta que entraba a trabajar.
En relación a esta continuas visitas ha indicado que su encargada “cansada de verlas todos los días y estar hablando” con él, muchas veces molestándole porque era su puesto de trabajo “las tuvo que coger, meterlas a la oficina” y hablar con ellas imagina que “dándoles un toque” de atención.
El acusado ha recordado que en una ocasión bloqueó en Whatsapp a una de las jóvenes porque se había enterado su madre y “se había puesto la cosa muy tensa” así que decidió “parar el tema”. A raíz de esto, ha comentado, una de ellas le entregó una carta en la que las dos piden que les desbloquee porque si no se iba a quitar la vida. “Me quedé blanco, asustado”, ha referido manifestando que tuvo miedo de que la situación pudiese ir a más. También ha apuntado que mantuvo una conversación con la madre de una de las jóvenes en la que, según ha relatado, le dijo que “la gente estaba empezando a hablar” y no quería que se le tachase a su hija de alguien que “andaba con hombres mayores” por lo que lo mejor era que dejasen de hablar y la bloquease. .