El hombre acusado de tener a su madre en situación de abandono y desatención hasta dejarla morir ha reconocido los hechos en el juicio contra él, en el que ha admitido que se dio cuenta de que la mujer se iba deteriorando y que la dejó así hasta que falleció, a los 84 años, aunque ha alegado que él no entiende de cuestiones médicas.
"Yo no tengo conocimientos médicos", ha respondido en la vista oral a preguntas del fiscal, al que también ha indicado que su progenitora "se movía" o "se levantaba" de la cama para ir al baño, por ejemplo, por lo que no salir de la habitación o no querer ver a nadie "era su decisión".
La acusación pública pide para él 20 años de cárcel por homicidio doloso por omisión, mientras que la defensa solicita 16 por el mismo delito, pero sin aplicar la agravante de parentesco.
En cualquier caso, ambas partes están a expensas del resultado del reconocimiento forense al enjuiciado, tras reclamarlo su abogada en el inicio del plenario, que se celebra desde este lunes con jurado popular en la Audiencia Provincial de Cantabria.
La nueva prueba pericial para determinar su estado de salud mental y si padece algún tipo de patología o trastorno va a practicar este martes.
ADMITE LOS HECHOS
Antes, durante el interrogatorio, el encausado ha asumido el relato de la acusación pública y de la defensa, reconociendo que convivía en Torrelavega con su progenitora, que empezó a padecer problemas de salud y deterioro cognitivo hasta el punto de no poder valerse por sí misma, indicando que él era "el único" que podía cuidarla y que no pidió ayuda a servicios sociales.
A consecuencia de sus patologías, la mujer ingresó en el Hospital Valdecilla por déficit neurológico en 2018, sin que desde entonces y hasta su fallecimiento, en abril de 2021, volviera a acudir al médico.
Además, desde 2015 el hombre no había llevado a su madre -en situación de dependencia y vulnerabilidad- a ninguna consulta ni había renovado la tarjeta sanitaria para recoger la medicación: "Se mandaba por correo", ha esgrimido al respecto el acusado.
Sobre la permanencia de la mujer en su dormitorio y el tiempo que estuvo encamada, el hijo ha manifestado que "se movía" y, si tenía que ir al servicio, "se levantaba", por lo que "era su decisión" el no querer salir del cuarto o no ver a nadie, según ha argumentado.
Pero a preguntas del fiscal sobre esos movimientos y a propósito de las úlceras por presión que la víctima presentaba, el hijo ha zanjado que él no tiene "conocimientos médicos". Y de todos modos, ha admitido que al final estaba tan débil que no se levantaba de la cama.
ABSOLUTO ABANDONO
Según el escrito provisional de acusación de la Fiscalía, el procesado no satisfacía las necesidades básicas de aseo, alimentación y movilización de la mujer, que estaba en una situación "de absoluto abandono", que se manifestaba en "deshidratación, suciedad, restos desecados de heces y orina sobre su cuerpo" y las citadas úlceras por presión, con "signos de infección y necrosis", que afectaban a la piel, al tejido muscular y a planos óseos.
Además, su habitación estaba "llena de basura, bolsas de plástico y suciedad", extremo que han corroborado en el juicio los policías nacionales que intervinieron tras la muerte de la mujer.
Falleció por infección respiratoria y cardiopatía crónica, "siendo factores coadyuvantes la situación de abandono y la falta de cuidados, con caquexia, deshidratación y úlceras por presión en estado avanzado", según el fiscal.
CONDICIONES DEPLORABLES
Los cinco agentes que han testificado han coincidido en el estado de abandono que presentaba el cuerpo de la mujer, con "extrema delgadez" y sin signos de estar "aseada" ni "cuidada".
También han corroborado las condiciones "deplorables" de la cama y del resto del dormitorio, con residuos y restos de comida, botellas de alcohol y ropa tirada, llegando a indicar uno de ellos que el olor era "bastante insoportable", mientras que en la vivienda estaba también "todo desordenado" y había "suciedad por todas partes".
Así, un efectivo que acudió al domicilio el día de los hechos, el 17 de abril de 2021, ha rememorado que le hombre le dijo que la noche anterior había dado de cenar a su madre y que de madrugada estaba "bien", que a las seis de la mañana la notó "fría" pero "no le dio importancia" y a las diez llamó al 061.
Encontraron a la víctima tumbada boca arriba y desnuda sobre la cama, tapada con una pequeña manta ya que no tenía sábanas. Les llamó la atención que estaba "muy delgada" y que tenía "las uñas muy largas", así como excrementos sobre el cuerpo.
Otra compañera suya ha puesto de relieve el aspecto "desaliñado" y de "deshidratación" de la víctima e "insalubre" de la habitación, con manchas en el colchón, de fluidos que habían llegado hasta el suelo.
EL ACUSADO ESTABA EN SUS FACULTADES
El policía encargado de la inspección ocular ha apuntado que encontraron a la mujer como si estuviera "momificada" y que en los veinte años que lleva en el Cuerpo, casi la mitad en la Científica, "pocas veces he visto algo así", ha destacado.
Finalmente, del acusado, un agente ha dicho que le causó la impresión de que era alguien "normal", en tanto que otro ha comentado que, "por lo que yo hablé con él, era una persona que regía y estaba en sus facultades".