El principal acusado de asesinar a tiros a David G. en octubre de 2019 en la calle Mauricio Zabala señaló a un agente de la Ertzaintza al ser detenido, poco después del crimen, que quien había disparado había sido él y que "dejasen tranquilo" a su padre, también acusado.
De esta forma lo ha relatado dicho agente en el juicio que se sigue a puerta cerrada en la Audiencia de Bizkaia, donde se sientan en el banquillo de los acusados el presunto autor del disparo que acabó con la vida de David G., su padre y otras tres personas de su familia, estas últimas como posibles cómplices.
En la cuarta sesión del juicio, testificaron ayer jueves varios agentes de la Ertzaintza que intervinieron el 24 de octubre de 2019, cuando se produjo el asesinato en plena calle Zabala, donde poco después fueron detenidos los dos principales acusados, padre e hijo.
Uno de ellos contó que testigos que presenciaron lo ocurrido indicaron que los presuntos autores de los disparos se habían introducido en un portal de la mencionada calle tras caer el fallecido y que en vídeos grabados por particulares que después se difundieron en redes sociales se ve que tras el crimen "bajan" por la calle dos personas armadas con escopetas y otras tres que lo hacen corriendo y se meten en un vehículo.
Según otra agente de la Ertzaintza que participó en distintas diligencias, además de los dos principales acusados fueron arrestadas otras tres personas, a las que inicialmente se tomó declaración policial como testigos, pero que con posterioridad fueron detenidas por su presunta implicación en los hechos en base a las aportaciones realizadas por declaraciones y vídeos analizados.
Sin resistencia en la detención
Varios agentes, integrantes de la unidad de intervención rápida de la Ertzaintza, coincidieron en asegurar que los dos principales acusados del crimen no opusieron resistencia a su detención y contestaron a las preguntas de los ertzainas.
Tras localizar la vivienda en la que se encontraban y "aseguraban" el interior del inmueble, padre e hijo "empezaron a salir" de la casa y los agentes les instaron a hacerlo con la manos en alto y a tumbarse. "Les engrilletamos y les preguntamos por las escopetas" y "nos dijeron que estaban en el salón" de la casa, relató otro agente. Los ertzainas encontraron en la vivienda las armas, detrás de un sofá con sus fundas y de pie, junto con "un montón de cartuchos", contó otro.
Al agente que bajó al portal al presunto autor del disparo que acabó con la vida de David G., este le comunicó que él era quien había disparado y que "dejasen a su padre tranquilo". El acusado se lo transmitió "tranquilo", "sin alterar la voz", según concretó el ertzaina. A preguntas de los abogados defensores, los agentes que han testificado aseguraron que a los detenidos se les informó de sus derechos y que procedieron a inspeccionar la vivienda citada de la calle Zabala con el consentimiento de sus moradores. En la sesión de ayer jueces, también dieron testimonio dos agentes que inspeccionaron en la misma tarde del día del crimen un vehículo propiedad de la familia implicada en los hechos que la Ertzaintza "estaba buscando" y en cuyo interior hallaron cuchillos y "cachabas". El vehículo, según han contado, aparecía en vídeos difundidos en redes sociales, en los que se veía que se sacaban objetos del maletero, "apareció en comisaría con algunas personas, al parecer, implicadas", ha indicado uno de los agentes.