Política

El adiós de Casado o la guerra en Europa: noticias que han marcado el 2022

Este año ha estado marcado, entre otras cuestiones, por la crisis en el PP, por la inflación y por otras consecuencias de una guerra que a estas alturas de siglo nadie esperaba volver a ver en Europa
Se calcula que la guerra en Ucrania ha obligado a más de 7,8 millones de refugiados a salir del país y buscar protección en otros estados europeos.

El Estado comenzó el año diciendo adiós a la erupción de un volcán y lo terminó despidiéndose de forma decepcionante de un mundial de fútbol. En el camino los ciudadanos han visto estallar una guerra en Europa, se han pasado doce meses haciendo equilibrios con la cesta de la compra por la escalada de precios y han asistido escépticos a los vaivenes políticos y a una inédita crisis institucional.

Estas han sido las noticias que nos deja el 2022:

La escalada de los precios

La economía comenzó el año con la ilusión de recuperarse por completo de la pandemia pero el estallido de la guerra en Ucrania agravó la subida de los precios de la energía que había empezado el verano anterior, y al encarecimiento de la electricidad se sumó el del petróleo y los carburantes.

Los ciudadanos nos hemos pasado 2022 pensando en cómo ahorrar en la cesta de la compra, en la luz, en la calefacción, en la gasolina... y solo a partir de la segunda mitad del año las medidas para contener la espiral inflacionista, junto con la contención de los salarios, han propiciado que la inflación se modere progresivamente.

Pese a ello, los alimentos siguen registrando subidas récord, superiores al 25% en productos tan básicos y necesarios como el aceite, la leche, los huevos, el yogur, la harina o el azúcar.

Ahora el Gobierno ha eliminado el IVA durante seis meses de los alimentos de primera necesidad, como el pan, la leche o los huevos; y lo ha rebajado a la mitad, del 10 al 5 por ciento, en aceites y pastas.

El tercer plan de ayudas del Ejecutivo incluye un cheque de 200 euros para familias vulnerables, con rentas de hasta 27 mil euros, y la congelación, también seis meses, de los contratos de alquiler que finalicen antes del 30 de junio de 2023.

Una guerra en Europa

La inflación y la escalada de los precios han sido algunas de las consecuencias de una guerra que a estas alturas de siglo nadie esperaba volver a ver en Europa. Con Ucrania, el Estado ha acogido a 155.000 refugiados, ha enviado además material defensivo y armamento, equipo sanitario y medicamentos, combustible, vestuario, equipamiento invernal....

Y, como carambola, la situación internacional ha impulsado la imagen en el exterior del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que aprovechó la Cumbre de la OTAN en Madrid para reunir a sus jefes de Estado con los de la UE en una cena en el Museo del Prado que dejó imágenes para la historia.

Foto de familia de los asistentes a la cena de gala que se celebró en el marco de la cumbre de la OTAN celebrada en Madrid. EP

Cerca de la zona de guerra España cuenta con casi un millar de militares, además de cazas, buques y carros de combate como parte de misiones de disuasión de la OTAN, porque Ucrania no forma parte de la Alianza Atlántica.

Verano marcado por las olas de calor y los incendios

El año empezó con un final, el de la erupción del volcán de Cumbre Vieja, en la isla canaria de La Palma -la más destructiva del último siglo en Europa-, pero pasará a la historia por haber sido uno de los más cálidos, con temperaturas récord y olas de calor extremas; y de los más secos, con los embalses por debajo del 40% y un reguero dramático de incendios forestales.

Ha sido el año en el que más grandes fuegos se han registrado desde 2006, con casi trescientas mil hectáreas devastadas, en un verano que nos dejó las temperaturas más altas desde 1961.

Con el desabastecimiento del hielo en todas las conversaciones, a finales de julio un Pedro Sánchez sin corbata en un gesto de ahorro energético pidió a los españoles que siguieran su ejemplo frente a una "tarea de todos", y anunció medidas como la rebaja de las temperaturas de la calefacción (19º) y refrigeración (27º), la gratuidad de los trenes de cercanías y media distancia o el apagado de la luz de los escaparates a las diez de la noche.

El calor, la sequía y los incendios han servido a los ecologistas para incidir en su mensaje de que el cambio climático es el principal problema de la Humanidad. Y lo han denunciado entrando en museos y dejando su huella en obras de arte como las Majas de Goya en el Prado, a la que se "pegaron" dos activistas.

Dos jóvenes se pegan al marco de 'La maja desnuda' y 'La maja vestida' en el Museo Nacional del Prado. EP

Mientras tanto, los 200 países de la Cumbre del Clima siguen sin avanzar en medidas concretas para reducir la emisión de gases de efecto invernadero.

Los sanitarios protestan

Este ha sido el año de la vuelta a la normalidad tras el shock de la covid -aunque todavía se obligue a llevar mascarilla en el transporte y los centros sanitarios- y lo ha sido también para los profesionales, médicos y enfermeras, que ya partían de una situación muy delicada y el zarpazo de la pandemia les ha dejado agonizantes.

Han sido años y años predicando en el desierto, advirtiendo de que los estragos de los recortes iniciados hace una década, la precarización del sector, el avance de la privatización y una pésima planificación y gestión de los recursos iban a colapsar el sistema por su base, la Atención Primaria.

Y así ha sido, quedando demostrado que cuando la atención primaria se para, todo se pone patas arriba; será por eso, o porque estamos en vísperas de un año electoral, que el ultimátum del primer nivel asistencial empieza por fin a ser oído por Gobierno y autonomías. Falta por ver si las huelgas en marcha y anunciadas tienen algún efecto y, sobre todo, si las heridas infligidas al Sistema Nacional de Salud todavía tienen cura.

La tragedia de Melilla

La tragedia del 24 de junio en el puesto fronterizo que conecta Melilla y Nador, en la que murieron al menos 23 inmigrantes intentando saltar la valla, ha marcado sin duda la política migratoria en 2022, un año en el que el ritmo en las llegadas irregulares comenzó a ralentizarse a finales de marzo, coincidiendo con el apoyo del Estado a la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara.

La gestión política de esta crisis ha dejado en la cuerda floja al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, acusado de mentir por los socios de Gobierno e investidura y por la oposición por asegurar que no hubo muertos en suelo español y defender la actuación "proporcionada" de la Guardia Civil. Explicaciones también insuficientes para la Fiscalía y el Defensor del Pueblo.

El ministro de Interior ha tenido que dar explicaciones dos veces en el Congreso de lo sucedido en Melilla. EDUARDO PARRA

Leyes feministas

Las leyes del Ministerio de Igualdad han sido centro de las polémicas y motivo de tensiones en el seno del Gobierno, pero ha sido precisamente la del "sólo sí es sí", símbolo de la "gran conquista del feminismo", la que ha enrarecido el clima político por el indeseado goteo de rebajas de condenas a delincuentes sexuales que ha provocado.

Tanto, que hasta el presidente del Gobierno tuvo que admitir mejoras "técnicas".

Después el PSOE dio la batalla hasta el final por evitar que la seguridad jurídica pudiera fallar en la ley trans, aprobada en el Congreso el 22 de diciembre tras poner a prueba la relación de los socialistas y Unidas Podemos por el reconocimiento de la autodeterminación de género de los menores, que finalmente salió adelante con una abstención significativa, la de la exvicepresidenta socialista Carmen Calvo.

Así llegará al Senado, donde también continúa su tramitación la ley del aborto, que garantiza esta prestación en hospitales públicos y elimina la obligatoriedad del consentimiento paterno para las menores de 16 y 17 años.

Los jueces, el Constitucional y la crisis institucional

Un año turbulento y convulso para los jueces, marcado por una crisis institucional sin precedentes en la que han chocado el Constitucional, el Parlamento y el Ejecutivo y que, a última hora, ha dado un respiro con la renovación del TC después de un mensaje navideño en el que el rey Felipe VI alertó de los riesgos para la democracia de la erosión de las instituciones.

Todos a una, los jueces han salido este año a defender su profesionalidad e independencia después de verse acusados de "machismo" por el Ministerio de Igualdad y Podemos tras las primeras rebajas de condenas a agresores sexuales.

Una unidad que ni de lejos ha demostrado el órgano de gobierno de los jueces, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que más dividido que nunca entre conservadores y progresistas ya ha cumplido cuatro años en funciones, un récord que preocupa a las instituciones europeas y refleja el imposible diálogo entre el PSOE y el PP, que volvió a romper in extremis un pacto prácticamente cerrado.

Ese bloqueo, que ha afectado durante medio año al Tribunal Constitucional, ha supuesto incumplir la ley durante tres meses y medio. Ni siquiera el toque de atención de la Comisión Europea ni la inédita dimisión de Carlos Lesmes como presidente del CGPJ y del Supremo como medida de presión sirvieron para sortear la obstrucción que entonces mantenían los vocales conservadores.

La reacción del PSOE y Unidas Podemos para desbloquear el Constitucional fue impulsar un cambio legal con sanciones penales para los vocales que impidan la renovación, y eliminar la mayoría de tres quintos para elegir el CGPJ.

Pero lo hizo con dos enmiendas en una ley que no tenía nada que ver con el asunto: la reforma penal que suprime el delito de sedición, que a su vez ha afectado también a uno de los tipos del delito de malversación, lo obligará al Supremo a revisar las penas de los políticos condenados por el procés.

El Constitucional -con amplia división- frenó la tramitación de esas enmiendas, una decisión inédita en democracia tras la que llegó el cambio en la estrategia de los bloques del CGPJ que ha terminado esta misma semana con la elección de los nuevos magistrados para el Tribunal Constitucional, ahora con mayoría progresista.

La crisis del PP

Siete días de una crisis inédita forzaron el adiós de Pablo Casado como líder del principal partido de la oposición. Su lucha con la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, acercó al PP al precipicio, alimentó una protesta a las puertas de Génova y acabó con Alberto Núñez Feijóo, hasta entonces presidente de la Xunta de Galicia, al mando.

Pablo Casado abandona el Congreso tras su última intervención en un pleno. EP

Un año de vértigo en el que más allá del shock por el cambio de liderazgo, el PP rompió el tabú de gobernar con Vox -ahora lo hace en Castilla y León- y cosechó un éxito histórico en Andalucía, donde Juanma Moreno logró la primera mayoría absoluta de los 'populares' en el tradicional feudo socialista. Feijóo busca ahora emular al presidente andaluz mientras mantiene el equilibrio en el PP, donde Ayuso sigue marcando perfil propio aunque esta vez con el beneplácito de la dirección nacional.

...Y el clima político

El último año no ha propiciado un mejor entendimiento entre el Gobierno y la oposición pese al relevo en el liderazgo del PP tras la turbulenta caída de Casado y el ascenso de Feijóo, cuyos desencuentros con Pedro Sánchez se han ido recrudeciendo.

Sánchez interviene en el Senado. EP

Con Feijóo designado senador autonómico, la Cámara Alta se ha convertido en escenario de los 'cara a cara' de Sánchez con el jefe de la oposición, un pulso en el que ambos se esfuerzan en desacreditarse mutuamente medido en clave electoral.

El Gobierno de coalición también ha sufrido los efectos de la reubicación de Unidas Podemos, derivada no solo de su propio desgaste, sino de la apuesta personal de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, por su proyecto Sumar, volcado en la participación ciudadana con la mirada puesta en una futura candidatura no bien vista por los morados.

Esos esfuerzos de Unidas Podemos por marcar su propio espacio frente a sus socios del PSOE han complicado la gestión del Ejecutivo y contribuido a acrecentar la polarización política, alentada desde el otro extremo por Vox, que ha puesto a prueba a Feijóo con un discurso siempre más duro que el suyo e inmisericorde con Sánchez y los independentistas catalanes y vascos.

Solo faltaba añadir una ruptura traumática en Ciudadanos, que ya se juega su supervivencia a las puertas de un año electoral.

Adiós a Pablo Milanés y a Javier Marías

En 2022 todas hemos sido "Motomami", el álbum que ha coronado a Rosalía en el mercado musical como una de las estrellas del top mundial y la ha llevado al podio de numerosos listados junto artistas como Beyoncé o Bad Bunny. Hemos cantado su "Despechá" con las mismas ganas que el "Quédate" del rapero canario Quevedo, que también ha revolucionado el panorama musical sin una multinacional que le respalde.

Ambos son el ejemplo de la influencia de los ritmos latinos, que este año se han quedado huérfanos de uno de sus grandes: el cantautor cubano Pablo Milanés, que fallecía en Madrid a finales de año dejándonos temas que se recordarán 'eternamente' como su "Yolanda".

El escritor Javier Marías falleció el pasado el 11 de septiembre. EP

Ha sido un año de orfandad también en las letras españolas por la muerte del que para muchos críticos era el mejor escritor español, el también 'eternamente' candidato al Cervantes y al Nobel de Literatura Javier Marías. Otro narrador de prestigio, Luis Landero, se ha llevado el Premio Nacional de las Letras por el conjunto de su obra. Libros, discos y espectáculos que el Gobierno ha querido difundir más entre los jóvenes con el bono cultural que, de momento, por su complicado procedimiento, no ha llegado ni a la mitad de a quienes correspondía.

30/12/2022