Las pruebas de ADN han confirmado que el cuerpo hallado a principios de junio emparedado en una vivienda en el municipio malagueño de Torremolinos es el de Sibora, la joven desaparecida hace nueve años que vivió en ese piso junto al que era su novio, investigado ahora por la desaparición de esta y en prisión por supuestamente acabar con la vida de su última pareja.
Este pasado miércoles llegó a la Comisaría General de Policía Científica el informe con el perfil genético realizado a la familia de la joven, que reside en Italia, y, según han confirmado fuentes cercanas, concuerda tras el cotejo con el que se había obtenido del cadáver, con lo que se corrobora que es Sibora.
El hallazgo del cuerpo, que estaba en un cajón, repleto de cal y oculto entre dos paredes de la casa, se produjo tras cuatro registros en la vivienda, que se realizaron después de que el que fuera su novio en el momento de la desaparición, Marco, fuera detenido por supuestamente asesinar a Paula, su última pareja.
En ese momento, el que fuera su novio manifestó a los investigadores de forma no oficial que habría acabado con la vida de Sibora y después habría ocultado el cadáver en las paredes del piso que compartían en 2014.
Esto dio lugar a que el Juzgado de Instrucción número 3 de Torremolinos abriera unas diligencias para investigar a Marco en relación con la desaparición de la joven y se realizaran esos cuatro registros en la última vivienda que ambos compartieron.
De las primeras observaciones del cuerpo hallado, pudieron distinguir la existencia de una bolsa de plástico sobre el montón de cal, la cual contenía un cuchillo con restos de sangre seca. Por ello, las pesquisas apuntan a que Sibora también fue acuchillada como Paula.