2,58 millones de pasajeros utilizaron la terminal aérea de Loiu el pasado año, según los datos oficiales ofrecidos por Aena ayer martes y adelantados por DEIA el pasado fin de semana. Una cifra que no llega ni a la mitad de los seis millones largos de usuarios que tuvo el aeropuerto de Bilbao en 2019, el último año antes de la pandemia y en el que además se batieron todos los récords de La Paloma. Eso sí, con respecto al extraño año pasado la subida en la estadística casi ha sido de un 53%. El director del aeropuerto de Bilbao, Iván Grande, razonó ayer martes a este periódico que "desde mayo, tras el final del estado de alarma y la eliminación de las restricciones de movilidad, poco a poco hemos retomado las principales rutas con las que contábamos en 2019, como es el caso de los principales hubs europeos como París, Ámsterdam, Londres, Fráncfort o Múnich".
Los datos lo validan. El número de operaciones, es decir aterrizajes y despegues controlados, se incrementó casi un 29% hasta llegar a 26.429, de las que 17.089 fueron vuelos comerciales a destinos domésticos (+35,9%) y 6.821 lo fueron al extranjero (+20,2%). Los viajes de ocio fueron el pilar esencial del crecimiento del pasado ejercicio, según el responsable aeroportuario, ya que "en 2021 el tráfico que antes se ha recuperado ha sido el nacional con más rutas que en 2019 y un componente eminentemente familiar y vacacional".
Un escenario que, estima, seguirá este año y al que hay que sumar los viajes de ejecutivos. "La sensación que tenemos es que en 2022 podamos seguir recuperando rutas, y sumando pasajeros y operaciones", concretó. Ademas de asumir este reto, Grande también especificó que "se tiene que seguir trabajando de la mano de las instituciones locales para abrir nuevos mercados en el norte y este de Europa".
"La sensación es que en 2022 podemos recuperar rutas, y sumar pasajeros y operaciones"
Iván Grande
Director del aeropuerto de Bilbao