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El ahorro de las familias españolas alcanzó un nuevo máximo en 2024

La buena marcha del empleo, una consolidación del ahorro embalsado y una mayor oferta por parte de entidades financieras han estimulado las tasas
Los altos niveles de la inflación en los últimos años han impulsado el hábito del ahorro en los hogares. / Pixabay

La inflación reciente ha dejado una profunda huella en el comportamiento de los consumidores españoles. El hábito del ahorro como forma de compensar el impacto de los precios, unido a otras circunstancias, ha estimulado la precaución entre familias y empresas. Así, al cierre del pasado año, los hogares del Estado acumulaban 1,041 billones de euros en depósitos bancarios, que incluyen cuentas a plazo fijo y también remuneradas. La cifra se recoge en la Estadística sobre Depósitos que el Banco de España actualizó la semana pasada y que supone la mejor de la serie histórica que elabora el regulador financiero.

El salto en el ahorro de 2024 representa un avance significativo respecto al dato de 2023, cuando era de un billón. En general, la tendencia al ahorro es marcada desde el año 2022, cuando se empezaron a comprobar los primeros efectos del alza de precios que se hicieron palpables con el estallido de la guerra de Ucrania, pero que en realidad se venían incubando meses antes, cuando tras la reactivación económica que siguió a los confinamientos se produjo una fortísima demanda de bienes y servicios que, inevitablemente, acabó produciendo un incremento en los precios de los mismos. Al mismo tiempo, los meses en los que la economía estuvo prácticamente clausurada provocó el fenómeno del ahorro embalsado, con los hogares apostando por elevar sus recursos financieros ante la creciente incertidumbre. Esa circunstancia ha continuado en los años siguientes. Además, en el último año, el aumento mensual del ahorro también ha sido considerable, en especial en los dos últimos meses, producto también de la mejora de la economía española en la segunda mitad del año 2024 por el empuje de la campaña turística y las exportaciones.

Por otra parte, la buena marcha del empleo y la mejora de los salarios han desempeñado también un papel importante en la mejora de recursos disponibles por parte de las familias españolas. Por una parte, el paro cayó en 265.300 personas el pasado año y el empleo marcó récord tras sumar 468.100 empleos en el año, con una tasa de paro que está en el 10,6% en el Estado (8,1% en Euskadi y 6,6% en Nafarroa, siempre con datos del INE). Por otra parte, la estadística sobre convenios del Ministerio de Trabajo refleja que los salarios subieron alrededor del 3% el pasado año, un incremento por encima de la inflación. No obstante, también es cierto que hay gastos que para las familias son imprescindibles, como los derivados propios de la vivienda (energía y alimentos) que han crecido con fuerza, lo que a su vez ha elevado la cautela con la que los hogares se desenvuelven.

Por otra parte, en el último año la bajada de tipos de interés también ha facilitado la financiación -en especial en aspectos tan sensibles como la vivienda-, lo que ha permitido a su vez aliviar la carga de muchas familias, al tiempo que ha avivado la competencia entre bancos. De esa pugna se está beneficiando el cliente, que está recogiendo los réditos de esa mayor oferta de depósitos y remuneraciones. El artículo ‘Claves de la gestión con tipos a la baja: coste financiero y recomposición del ahorro’ publicado en el número de enero de los Cuadernos de Información Económica que elabora Funcas (Fundación de Cajas de Ahorro) recoge, como ejemplo, que en el primer semestre de 2023 hubo en el sector financiero una “importante” salida de depósitos de hogares y empresas que llegó a superar los 40.000 millones de euros en el flujo de salida acumulado de los meses de enero y febrero con respecto al cierre de 2022. “Si se analiza en detalle el comportamiento del ahorro financiero de los hogares, se puede observar cómo en el primer trimestre de 2023, esta potente corrección de la masa de depósitos de las familias españolas fue canalizado hacia distintas alternativas de inversión más atractivas en dicho contexto”, subrayan en el artículo los analistas Marta Alberni, Ángel Berges y María Rodríguez. En este sentido, la mayor parte de ese flujo se concentró en fondos de inversión, productos de renta fija y la amortización de deuda financiera.

Asimismo, los economistas, pertenecientes a AFI (Analistas Financieros Internacionales), indican que el “ligero crecimiento y estabilidad” que marcó el comportamiento de los tipos de remuneración de los depósitos durante la primera mitad de 2024 en un escenario de bajadas de tipos de interés, unido al buen comportamiento de la tasa de ahorro de los hogares, “ha favorecido el retorno a un terreno positivo de la tasa de crecimiento de los depósitos durante el ejercicio, con un flujo financiero hacia depósitos en el acumulado del primer semestre de más de 30.000 millones por parte de los hogares españoles”. Las participaciones en fondos de inversión están siendo el instrumento que más incrementa su peso en los activos financieros de los hogares en los últimos años, según los distintos informes del Banco de España. La reducción de deuda por parte de familias y empresas se consolidó a lo largo de 2024. Así, según datos del Banco de España, la deuda de los hogares se redujo tanto en términos absolutos, pasando de 694.100 millones en septiembre del año 2023 a 691.900 millones en septiembre de 2024, como en términos relativos, situándose en el 44,1% del PIB del Estado frente al 47,2% del tercer trimestre de 2023.

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03/02/2025