El barco de rescate Aita Mari está listo para zarpar rumbo a la que será su decimoquinta misión en el Mediterráneo, la última antes de la implantación del nuevo pacto migratorio europeo, "que permitirá castigar y criminalizar las labores de rescate de las embarcaciones humanitarias".
El antiguo atunero vasco, perteneciente a Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), se encuentra en el puerto de Valencia, donde atracó el pasado 17 de diciembre y donde ha realizado desde entonces labores de mantenimiento, preparación y sensibilización ciudadana antes de volver a operar, informa la ONG en una nota.
Recuerda que, después de que el Gobierno valenciano reclamara a la embarcación 80.000 euros en tasas portuarias con carácter retroactivo por atracar estos últimos años en los puertos de Vinaròs y Burriana, el Aita Mari decidió hacerlo en Valencia porque depende de los Puertos del Estado, cuya normativa reconoce la exención de tasas a los barcos de ayuda humanitaria.
Advertencia a Mazón
SMH señala que, "desde Bruselas ya se ha advertido" al Gobierno de Carlos Mazón de que cobrar tasas de forma retroactiva a los barcos de rescate podría "ser ilegal" y además "se salta el reglamento que entró en vigor en la etapa del Bòtanic (PSPV-PSOE)", según el cual todos los barcos de ayuda humanitaria tenían exención de tasas en los puertos valencianos.
Critica además que los estados miembros de la UE puedan tener la potestad de crear "centros de retorno" de inmigrantes en terceros países "como el modelo Meloni" de la presidenta italiana si así lo permite la Comisión Europea.
"Esto supondrá una vulneración constante de los derechos humanos de personas que piden asilo y refugio", remarca SMH, que recuerda por otra parte que ha presentado una querella por calumnias e injurias contra Vox Burriana (Castellón) y contra el concejal y diputado de este partido en Les Corts Jesús Albiol, quien señaló que el buque de rescate vasco es un "barco de negreros" y "cooperador necesario de las mafias de tráfico de personas".