El buque Aita Mari de Salvamento Marítimo Humanitario (SMH) ha sido obligado a abandonar el puerto de Nápoles por las autoridades italianas y está a la espera de que se le asigne un puerto de destino, han informado fuentes de la ONG, que han denunciado que han sometido a la tripulación del barco a "toda una estrategia de desgaste".
El Aita Mari recaló el pasado sábado en Nápoles para desembarcar a las 69 personas que rescató en el Mediterráneo central y tenía previsto permanecer en ese puerto unos días más parra llevar a cabo "pequeñas tareas de mantenimiento para continuar con su trabajo de ayuda humanitaria".
Las fuentes han explicado que este martes les comunicaron que debían partir a las 10.00 horas, pero les han obligado a esperar en el desatraque, pese a que las condiciones de la mar han ido empeorando a lo largo de la mañana, han asegurado.
Han denunciado esa situación en X (antes Twitter) con el siguiente mensaje: "Italia nos obliga a abandonar el puerto de Nápoles. Hasta en algo tan sencillo, hay toda una estrategia de desgaste, negándose a llevarse la basura (es obligatorio) o demorando innecesariamente nuestra salida hacia Siracusa con un tiempo que empeora por horas".
Según han precisado las fuentes, han pedido retirar la basura del Aita Mari, pero han denegado esta petición al considerar que el buque tiene "capacidad suficiente" para mantener esos residuos a bordo.
El Aita Mari ha puesto rumbo a otro puerto italiano, el de Siracusa, en Sicilia, y espera conocer en breve dónde será su próximo atraque.