El buque de salvamento "Aita Mari", que gestiona la ONG guipuzcoana Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), se dirige ya al puerto de Vinaròs (Castellón) para poner fin a su novena misión en la que ha realizado dos actuaciones y rescatado a 71 personas.
El barco soltó amarras el pasado miércoles en el puerto italiano de Ortona rumbo a Vinaròs, adonde se prevé que llegue el próximo 8 de marzo, ha informado la ONG responsable de la embarcación en un comunicado.
De esta manera, culminará la novena misión de la ONG Salvamento Marítimo Humanitario que, según indica, ha incluido dos actuaciones y rescatado en el mar a 71 personas.
SMH ha denunciado "las dificultades" a las que se enfrentan los barcos de rescate, tras el decreto aprobado por el Gobierno italiano de Giorgia Meloni, que introduce una serie de sanciones para las organizaciones humanitarias que no cumplan ciertas reglas como solicitar, inmediatamente después de un rescate, la asignación del puerto de desembarque y llegar sin demora a la dársena asignada por las autoridades sin desviarse de la ruta.
Salvamento Marítimo Humanitario ha asegurado que estas medidas, "unidas a posibles multas económicas a los capitanes y a la inmovilización de las embarcaciones, tal y como ha sucedido al barco Geo Barents de Médicos sin Fronteras, tienen una implicación directa en las personas que se ven forzadas a huir de sus países y que ponen sus vidas en peligro en el mar y que se quedan sin asistencia".
SMH ha recordado, al cumplirse una semana del naufragio de Calabria (Italia) en el que han muerto, al menos, 69 personas, que esos "fallecimientos podían haberse evitado" y ha responsabilizado de los mismos a las políticas de "los gobiernos europeos que cada vez ponen más muros a quienes huyen de las guerras, la hambruna o de las vulneraciones de derechos humanos".
Por ello, la organización ha vuelto a exigir "vías legales y seguras para estas personas, que mientras sufran situaciones extremas se verán forzadas a huir de sus países".