El barco de rescate Aita Mari ha rescatado este pasado sábado a 108 personas en el Mediterráneo central, localizadas en dos embarcaciones en situación de grave riesgo con síntomas "evidentes de deshidratación, agotamiento y mareos" y está a la espera de poder desembarcar en un puerto "ágil y seguro".
Tal y como ha dado a conocer Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), el buque recibió dos alertas emitidas por Alarm Phone en la mañana del sábado, lo que puso de manifiesto la situación de peligro extremo en la que se encontraban 108 personas a la deriva en el Mediterráneo central.
Según ha explicado, las embarcaciones llevaban horas a la deriva, lo que provocó que las personas rescatadas presentaran "síntomas evidentes de deshidratación, agotamiento y mareos". Algunas de ellas sufrían infecciones respiratorias, "probablemente como consecuencia de la exposición prolongada al frío, la humedad y la falta de atención médica básica", ha señalado SMH.
Además, "estas condiciones reflejan la desesperación y el peligro extremo al que se enfrentan quienes se ven obligados a emprender la ruta migratoria del Mediterráneo central", ha advertido.
Entre las personas rescatadas se encuentran 84 hombres, 13 mujeres y 13 menores de edad procedentes de 11 países algunos de ellos afectados por conflictos prolongados como Sudan, Togo o Nigeria, que intentaban alcanzar las costas europeas.
EL RESCATE
Las alertas recibidas por SMH fueron compartidas con las autoridades competentes y con la flota civil presente en la zona. Ante la falta de respuesta oficial, el Aita Mari puso rumbo hacia las embarcaciones en peligro y realizó el rescate de las 108 personas, estabilizando a las más afectadas y brindando los primeros auxilios necesarios.
Tras el rescate, las autoridades italianas han asignado al Aita Mari el puerto de Salerno como punto de desembarco. Sin embargo, han solicitado un puerto más cercano "debido a la situación de vulnerabilidad y las condiciones delicadas en las que se encuentran muchas de las personas rescatadas".
Según han indicado, además, "para el lunes 7 de abril, fecha estimada de llegada, las condiciones meteorológicas en Salerno anuncian olas de hasta 2 metros", por lo que el Aita Mari está a la espera de recibir nuevas instrucciones para realizar un desembarco "más ágil y seguro, acorde con los principios humanitarios y el respeto al derecho internacional".
La ONG continúa así, en su misión número 15, con la labor de rescate humanitario y "de denuncia de la situación que se vive en las fronteras europeas", en sus palabras.
NUEVO PACTO EUROPEO SOBRE MIGRACIÓN
Según han subrayado, esta misión podría ser la última antes de la entrada en vigor del nuevo Pacto Europeo sobre Migración y Asilo, "una legislación que amenaza con criminalizar y castigar la labor de las organizaciones humanitarias que salvan vidas en el Mediterráneo".
El nuevo marco normativo "abre la puerta a la externalización de fronteras y centros de retorno en terceros países, como propone el modelo impulsado por el gobierno de Giorgia Meloni, lo cual podría significar una vulneración sistemática de los derechos humanos de personas que solicitan protección internacional", han explicado.
"Estos jóvenes y menores han enfrentado una vida marcada por guerras olvidadas, violencia extrema y un sufrimiento inimaginable. Arriesgan todo en busca de algo que muchos damos por sentado: la posibilidad de vivir en paz", han concluido desde el equipo del Aita Mari.