El Alavés aprueba sus cuentas con un 99,16% de los votos favorables

En una tensa Junta General de Accionistas, que arrancó con ligero retraso y se prolongó durante más de tres horas, el Deportivo Alavés aprobó este miércoles con un 99’16% de los votos favorables las cuentas de la temporada 2021-22 y el presupuesto estimado para el curso vigente, el cual, tal y como adelantó la propia entidad vitoriana hace un mes, va a alcanzar los 39 millones y medio de euros. Es decir, una partida inferior en un 45 % a la que expuso el año pasado por estas mismas fechas, cuando aún el club babazorro formaba parte de la élite del fútbol español.

A la asamblea, celebrada esta vez en el Palacio de Congresos Europa en lugar de en Villa Suso, acudieron un total de 80 accionistas, por lo que estuvo representado, teniendo en cuenta otros 21 apoderados, el 84,76 % del capital social. Un porcentaje notable si se tiene en cuenta, además de la data laborable y el horario vespertino, que en 2021 asistieron 67 y que, un año antes, solo pudieron hacerlo 35 debido a la delicada situación sanitaria, ocasionada por el covid-19, que impidió el transcurso ordinario de las reuniones de esta índole.

Entre las diferentes cifras que se aprobaron durante la junta, fueron dignas de mención la que corresponde al presupuesto de la anterior campaña, el cual ascendió hasta los 72 millones de euros; también la disminución, ocasionada en gran parte por la bajada de los derechos televisivos, del volumen de negocio del club, que ha pasado de 60,8 millones en Primera División a 15,3 ahora en Segunda; y, finalmente, el hecho de que el Alavés finalizase el ejercicio en números rojos, con unas pérdidas, en concreto, de 3,45 millones.

Esto último se debe, según explicó el presidente babazorro Alfonso Fernández de Trocóniz, a que la entidad del Paseo de Cervantes fue consecuente en su “apuesta por la plantilla deportiva”, pues se rechazaron ofertas por varios futbolistas para tratar de lograr la permanencia en la élite. Y, por otro lado, a los efectos negativos del covid-19 tanto en Mendizorroza, donde hubo limitaciones de aforo durante las primeras jornadas del campeonato liguero, como en el desfase de dos millones en la liquidación de ingresos.

Unas pérdidas, eso sí, que fueron reducidas como consecuencia de una ampliación de capital de cinco millones de euros a través de la sociedad Ondare, dirigida a la gestión de proyectos extradeportivos y cuya propiedad es al cien por cien del Alavés. Esta inversión, específicamente, fue a parar a la parcela E3 en el sector 15 del parque de Salburua, terreno en el que, tras ser adquirido hace cuatro años, está previsto que se desarrollen distintos proyectos destinados a generar recursos para el Grupo Alavés-Baskonia.

El mayor gasto respecto a la cifra comentada al principio, los 39,5 millones de euros correspondientes a la estimación presupuestaria de la temporada 2022-23, concierne al personal deportivo; es decir, la plantilla y el cuerpo técnico, a los que se destinarán 18 millones. Tampoco debe quedar en segundo plano el hecho de que la deuda del Glorioso asciende a día de hoy a los 55 millones, que se dividen en los 35 a largo plazo resultantes del fondo CVC y los 20 que se deben abonar a distintas firmas financieras en los próximos 12 meses debido al descenso de categoría.

Todo lo anterior, además de la previsión de finalizar la vigente campaña 2022-23 con un beneficio de 52.689 euros, fue aprobado mayoritariamente por el accionariado. Algo previsible si se tiene en cuenta que la propiedad, representada en la mesa por el citado Fernández de Trocóniz; el secretario del Consejo de Administración, Luis Querejeta; el director institucional, Jesús Vázquez; y el director financiero de la entidad, Guillermo Oraá, posee alrededor del 83 % de las participaciones del club albiazul por medio de su sociedad Kiroletako Bazkideak, la cual fue creada en el año 2019.

En el turno de ruegos y preguntas, los rectores albiazules tuvieron que escuchar quejas de distinta consideración por parte de los accionistas que se dieron cita en el Europa. En concreto, intervinieron seis personas para dejar constancia de su descontento sobre distintos aspectos relacionados con el día a día del club como el dinero que se destina a proyectos extradeportivos, el 4% del presupuesto del Alavés que repercute en el Baskonia, las obras de ampliación de Mendizorroza e Ibaia ahora paradas o incluso el uso del euskera.