El Deportivo Alavés dio un paso atrás en su progresión contra un rival directo como el Getafe, que logró desquiciar al Glorioso en su estadio y merecer el triunfo, aunque afortunadamente Joselu acudió una vez más al rescate para sacar un empate y mantenerse fuera de los puestos de descenso.
A pesar de que Calleja parecía haber encontrado ya su once tipo, las dos derrotas consecutivas del conjunto babazorro hicieron que el madrileño se replanteara su alineación y decidiera apostar por el talento de Pellistri y de Manu García en lugar del equilibrio de Toni Moya y la potencia de Edgar Méndez. Y es que enfrente estaba un Getafe que, con su defensa de tres centrales y su doble pivote defensivo iba a dejar pocos espacios, por lo que el último pase de Manu García se antojaba como una buena opción para encontrar grietas en el muro azulón.
Se preveía un partido con pocas ocasiones de gol, tanto por las características de ambos conjuntos –son los dos que menos marcan de Primera División–, como por todo lo que había en juego y el miedo a perder contra un rival directo. El acierto en las áreas, la tarea pendiente del Glorioso en los dos últimos encuentros, se antojaba fundamental y eso fue precisamente lo que tuvo el Getafe en la primera mitad.
Los de Quique Sánchez Flores, que vivió el partido desde el palco por sanción, plantearon un encuentro lento, con un bloque defensivo muy compacto y juego directo. De hecho, fue por esta vía como llegó el primer tanto del choque, en la que fue también la primera ocasión de la primera parte. Un golpeo en largo de David Soria terminó cayendo en los pies de Rioja, que cedió mal para Duarte, recuperó Damián y asistió para que Enes Unal pudiera batir a Pacheco con un disparo potente dentro del área. Laguardia no llegó a tiempo para cortar el tiro y, de hecho, el balón tocó en el central y el desvío dejó a Pacheco sin opciones de intervenir.
El tanto fue un mazazo para el Alavés, que, a pesar de dominar de una manera abrumadora en la posesión, solo chutó una vez en toda la primera mitad con un rechace de Martin desde fuera del área que se fue fuera. Los madrileños, sin necesidad de tener la pelota, fueron superiores, se llevaron todos los balones divididos e incluso pudieron aumentar la renta con una volea de Arambarri dentro del área que golpeó en el palo, con Pacheco ya superado.
Gol a la desesperada
La segunda parte, a pesar del ingreso de Iván Martín en sustitución de un inadvertido Pellistri, continuó por los mismos derroteros, con el Getafe defendiéndose a base de juntar líneas, faltas y pérdidas de tiempo con cada balón parado, mientras el Alavés era incapaz de poner en complicaciones a la zaga azulona. Un cuarto de hora tardaron los gasteiztarras en pisar área, y lo hicieron con un remate de cabeza de Laguardia en el área pequeña que se fue por encima de la portería. Las oportunidades no llegaban y, de hecho, el Getafe tuvo la oportunidad de sentenciar en el 71 con una galopada de Iglesias por banda tras superar a Duarte, que metió un centro para Jaime Mata y el delantero inexplicablemente remató fuera en el área pequeña, solo frente a Pacheco.
Calleja no cesó en su empeño de buscar el empate. Quitó a laterales y centrocampistas para introducir más madera en la delantera y terminó el partido jugando con un 3-5-2. A base de acumular hombres arriba, terminó llegando el gol del empate babazorro en su único disparo a puerta de todo el partido. Al fin un centro al área, en este caso de Edgar Méndez, encontró rematador después de que Jorge Cuenca peinara el balón en su intento de despeje. El esférico le cayó a Joselu en el segundo palo y el gallego solo tuvo que empujarla con el interior a un lado de David Soria para superar a Javi Moreno como máximo goleador de la historia del Alavés en Primera.
Solo quedaban cinco más el descuento y no hubo tiempo para más ocasiones, aunque sí para que Lejeune fuera expulsado por doble amarilla. Al final, hubo que conformarse con el empate, el menor de los males en una tarde gris en la que el Getafe fue superior.