El Alavés no levanta el pie del acelerador

El Deportivo Alavés está en su mejor momento de la temporada, y se nota. De nuevo lejos de Mendizorroza, los hombres de Luis García Plaza supieron desactivar a su rival, esta vez el Real Zaragoza en La Romareda, y ofrecieron una actuación muy seria y, sobre todo, efectiva. Porque fue esa pegada, representada por Mamadou Sylla, Toni Moya, Asier Villalibre y Luis Rioja, la que ajustició a una escuadra aragonesa que, en realidad, no planteó nada mal la contienda.

Las novedades en el once, en esta ocasión, sí fueron más llamativas que en anteriores encuentros. A la conocida ausencia de Tenaglia por sanción, lo que permitió jugar de inicio a Arroyo después de bastante tiempo, se sumaron Salva Sevilla y Jon Guridi, quienes, al contrario que el lateral argentino, sí pudieron sentarse en el banquillo, aunque el guipuzcoano había arrastrado molestias durante la semana. En su lugar, el técnico madrileño optó por colocar a Moya junto a Blanco y a Rober González detrás de Sylla.

Pese a que el Alavés llegaba a La Romareda inmerso en una inmejorable dinámica, con tres victorias consecutivas y metido de lleno en la pelea por las dos plazas de ascenso directo, lo cierto es que los primeros compases del encuentro no fueron nada sencillos. A los babazorros les costó mucho tomar la batuta del juego y, ante dicha circunstancia, el Zaragoza no desaprovechó la oportunidad de merodear la meta de Sivera. Principalmente, por medio de acciones individuales de Bebé, dispuesto a sorprender con su potente disparo.

Sin embargo, cuando más apretaba la escuadra maña, sobre el minuto 20 del partido, un error defensivo cambió por completo las tornas. Aprovechando una falta a favor en buena posición, Moya envió el balón al corazón del área y allí, sin ningún tipo de oposición, apareció Sylla para estrenar de cabeza (0-1) el electrónico. Algo con lo que, cabe mencionar, el delantero senegalés alcanzó los cinco goles esta temporada y, asimismo, igualó a Miguel de la Fuente como segundo máximo anotador del Glorioso en liga.

A partir de ese momento, ya por delante en el marcador, el Alavés jugó sus armas a la perfección y lo poco que sucedió, pues hubo múltiples interrupciones, fue en su beneficio. Salvo por una acción de estrategia interesante que tuvo el conjunto blanquillo, los albiazules se marcharon a los vestuarios satisfechos con su trabajo y también conscientes de que en la segunda mitad podrían sentenciar el choque. Sobre todo, teniendo en cuenta la fragilidad que había mostrado la retaguardia local en la importante diana de Sylla.

Y así fue, sin ir más lejos, la manera en la que transcurrieron los primeros compases del partido tras la reanudación. Como si Luis García hubiese escrito el guión a su gusto y antojo, los gasteiztarras ampliaron la ventaja en el minuto 52 y sentenciaron en el 66, lo que permitió que los aficionados babazorros desplazados a tierras mañanas disfrutaran de una victoria relativamente plácida. Algo que, en esta Segunda División tan igualada y exigente, es muy difícil de ver, sobre todo a domicilio.

Los autores de esos dos goles fueron Moya y Asier Villalibre, sustituto de Sylla poco antes. Mientras el centrocampista extremeño, sobresaliente en las últimas jornadas, aprovechó una bonita jugada combinativa, con asistencia final de Rober, para batir a Álvarez (0-2) por medio de un colocado remate raso, el atacante vizcaíno prácticamente repitió lo que hizo la semana pasada en el derbi frente al Eibar. Es decir, empleó un buen centro de Rioja para, otra vez de cabeza, anotar su tercer tanto con la zamarra albiazul.

Ahora bien, el despliegue ofensivo del Alavés no terminó ahí. Después de que Bebé (1-3) recortara distancias gracias a un potente remate lejano, Rioja quiso demostrar por qué es el pichichi de este equipo y marcó el 1-4 adelantándose a la defensa y el portero rival. Son dignas de mención, eso sí, las dos intervenciones que hizo Sivera en la recta final.