El Alavés se lleva en los penaltis su primer test estival

Pese a que solo ha pasado un mes y medio desde que certificara su descenso de categoría, el Deportivo Alavés ha dejado atrás toda la negatividad acumulada durante la temporada pasada y, a las órdenes de Luis García Plaza, ya transmite sensaciones algo diferentes. Una buena noticia que, a estas alturas de la pretemporada, no significa demasiado, pero que fue suficiente para que los seguidores albiazules desplazados este sábado a Medina de Pomar disfrutaran de las primeras pinceladas del renovado Glorioso, que venció en los penaltis 1-1 (2-4) al Burgos.

Allí, en tierras burgalesas, el conjunto babazorro saltó al caluroso terreno de juego formando un clásico 4-4-2. En este sentido, Antonio Sivera, recientemente renovado, ocupó la portería –Pacheco se quedó fuera de la convocatoria–; Tenaglia, Sedlar, Lejeune y Javi López fueron los miembros de su retaguardia; Carlos Benavídez y Salva Sevilla tomaron la batuta en la medular; Xeber Alkain y el canterano Abde Rebbach se encargaron de los extremos; y Taichi Hara y Miguel De la Fuente actuaron en la punta del ataque.

El ritmo del partido, tal y como se esperaba, fue lento debido a la carga física de los primeros entrenamientos y, si algo brilló por encima de otra cosa, fue la espesura en el juego de ambos equipos. Sin embargo, dentro de esa narrativa estival, fue el Alavés quien se mostró más cómodo con el balón en los pies gracias, en gran parte, a la facilidad de Salva Sevilla y Lejeune a la hora iniciar la circulación y también la insistencia de Abde y Alkain para buscar la espalda a los defensores rivales.

A los diez minutos de juego, poco después de avisar mediante un remate cruzado, tres de esos cuatro jugadores mencionados fueron protagonistas para abrir el marcador. El central francés encontró por medio de un desplazamiento en largo al extremo guipuzcoano, que colgó el esférico al área desde la banda derecha, y el atacante argelino, clave el curso pasado en el Miniglorias, apareció en el segundo palo para empujar dicho centro, sin muchas oposición, al fondo de las mallas (0-1).

Tras el primer gol del encuentro, el Alavés conservó su dominio y trató de seguir construyendo el juego desde atrás, lo cual, eso sí, no pareció incomodar al Burgos. Este guión, que permitió ver detalles interesantes de Hara en ataque, se mantuvo hasta la pausa de hidratación, cuando los albiazules empezaron a notar el desgaste. Una circunstancia que aprovechó el Burgos para mostrar sus dientes e igualar el electrónico a través de Valcarce, quien se encontró en el punto de penalti con un mal despeje de Sivera (1-1).

Ya en la segunda mitad, Luis García modificó la formación y el once por completo. En un claro 4-5-1, Owono se colocó bajo los palos; Anderson, Abqar, Duarte y Perera configuraron la línea de cuatro; Balboa, Toni Moya y Abdallahi sumaron intensidad al centro del campo; Luis Rioja y Jason atacaron por las alas; y Mamadou Sylla actuó como la punta de lanza del Glorioso, con el que más tarde participaron también los canteranos babazorros Imanol Baz y Unai Ropero.

Ocasiones, cabe mencionar, no hubo demasiadas después del paso por los vestuarios. El amistoso se convirtió en una ida y vuelta, pero de errores en los últimos metros, y los guardametas fueron meros espectadores hasta el pitido final, que llevó a ambas escuadras a la tanda de penaltis. Aquí, el triunfo se lo llevó el Alavés con un Jesús Owono engrandecido que detuvo dos lanzamientos (2-4) y, de esta manera, dio valor a los aciertos de Jason, Sylla, Moya y Rioja.