El comité de empresa de la planta de Mercedes-Benz de Vitoria-Gasteiz decidirá finalmente hoy, tras la reunión prevista con la dirección de la fábrica, si se adhiere de forma unitaria a las convocatorias de huelga de ELA, LAB y ESK para el jueves y el viernes, que se añadirían a la huelga programada conjuntamente para mañana, que ya cuenta con el aval de todo el comité.
El órgano de representación de la plantilla de la factoría de Mercedes-Bénz (integrado por ELA, LAB, ESK, CCOO, UGT, Ekintza y PIM) tenía previsto reunirse ayer para decidir si respaldaba la convocatoria de paros realizada por ELA, LAB, ESK para este jueves y viernes. El presidente del comité, Igor Guevara (ELA), confirmó a Efe que en la reunión ELA, LAB y ESK se reafirmaron en ampliar en dos días más la huelga prevista para este miércoles, día 6, mientras que UGT y CCOO prefirieron esperar a la reunión de hoy con la dirección para adoptar una decisión.
El portavoz de CCOO en el comité, Roberto Pastor, en declaraciones a Europa Press, mostró su esperanza de que, “al igual que se ha avanzado” en algunos aspectos, los responsables de la planta alavesa estén dispuestos a dar “un salto” en cuestiones como las referidas a la flexibilidad, que permitan que la plantilla los considere “suficientes”. La flexibilidad se ha convertido en uno de los grandes escollos en la negociación del convenio. En primer término, por el enfado generado en la plantilla por la gestión que se ha venido haciendo de esta herramienta en los últimos meses para responder a los problemas de suministros que, como otras plantas de automoción, ha sufrido la factoría gasteiztarra, particularmente por la escasez de microchips.
El pasado jueves, con motivo de la gran manifestación que reunión a los trabajadores de Mercedes-Benz y del sector del Metal de Álava, uno de los representantes del comité advertía al respecto en declaraciones a los medios: “Flexibilidad ya tenemos, bastante grande como para hacer producciones de 170.000 vehículos. Tenemos claro que hace falta flexibilidad en las fábricas de automoción, pero lo que hay que hacer es usar bien esa flexibilidad y no hacer lo que vienen haciendo desde septiembre de activar todos los sábados para luego quitarlos”.
Y es que a esta situación ha venido a sumarse el anuncio de los planes de la multinacional alemana para invertir en la planta de Vitoria 1.200 millones de euros, una inversión que requeriría precisamente una mayor flexibilidad laboral de la plantilla y que, según ha expresado la dirección de la fábrica, está condicionada a la firma del convenio.
La dirección de la factoría de Mercedes convocó el pasado viernes por sorpresa al comité a una reunión hoy para retomar la negociación del convenio, después de que el pasado 17 de junio hubiese comunicado su intención de paralizar las conversaciones mientras duraran las movilizaciones. Desde esa última cita, la plantilla ha celebrado ya tres jornadas de huelga que han paralizado la producción de la planta.
De hecho, la reunión de hoy se celebrará la víspera de una jornada particularmente relevante, porque para mañana está prevista una nueva jornada de huelga que cuenta con el respaldo de todo el comité y también mañana el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha anunciado una visita a Stuttgart (Alemania) en la que mantendrá un encuentro con directivos de Mercedes-Benz.