Cometer una imprudencia saltándose las normas está muy mal; subirla en vídeo a las redes sociales es ya de una enorme inconsciencia e incluso ingenuidad, sobre todo sabiendo que hoy en día todo se viraliza al segundo.
La imprudencia y la inconsciencia las ha protagonizado el futbolista del Alcorcón Raúl Asencio. Al delantero castellonense de origen brasileño de 23 años, que hasta este año había desarrollado toda su carrera deportiva en equipos italianos, le puede salir cara su idea de subir a las stories de Instagram una grave imprudencia: grabarse conduciendo a 160 km/h con un café en la mano.
Y es que eso se plasmaba claramente en el vídeo de 12 segundos que colgó en la red: aparece conduciendo su Audi deportivo automático y en el velocímetro marca 160 km/h mientras conduce en dirección Valencia por la autopista, donde la velocidad máxima permitida es de 120 km/h. Y no es que alguien le esté grabando, es que se graba a sí mismo. Y teniendo en cuenta que en una mano lleva un café del Starbucks y en la otra sujeta el móvil, parece difícil que pueda estar controlando el volante.
Por tanto, Asencio se enfrenta a una pena por infringir tres normas del código de circulación que le podrían acarrear una buena multa e incluso la pérdida del permiso de conducir:
1. Exceso de velocidad.
2. No llevar las manos en el volante.
3. Conducir mientras usa un teléfono móvil.
Tras hacerse virales las imágenes, una peña de aficionados del Alcorcón, colista destacado de Segunda División, pidió una sanción para el jugador. Su equipo ha ido más allá y ha decidido en la tarde de este martes rescindir el contrato de Asencio, al que había fichado este verano para dos temporadas procedente del Genoa italiano.
Además, el delantero subió el vídeo mientras su equipo jugaba un importante partido en Huesca para el que él había quedado descartado por lesión, demostrando que le importaba poco lo que hicieran sus compañeros. Se grabó mientras iniciaba sus vacaciones y ya no volverá a jugar con la camiseta del equipo madrileño, en el que ha tenido un pobre rendimiento, con dos goles en quince partidos.